Las dos mujeres españolas esposas de yihadistas que han sido repatriadas desde Siria a España serán puestas este miércoles a disposición del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que decidirá sobre su situación tras escuchar las medidas cautelares que proponga la Fiscalía para ellas. Desde la Fiscalía de la Audiencia Nacional no se descarta pedir la prisión provisional «como con cualquier otro detenido», si bien no han querido adelantar ninguna posibilidad, y han asegurado que hasta que no declaren y se sepa qué declaran no hay nada decidido sobre las medidas cautelares que se pedirán «o no» para ellas.
La causa por las que serán puestas a disposición judicial fue abierta por delitos de terrorismo en el año 2019, cuando el magistrado José de la Mata estaba al frente del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, que dictó sendas órdenes de detención, según las fuentes. Tras su declaración, la Fiscalía tendrá en cuenta las circunstancias que fija la ley, entre ellas el arraigo que tengan en España o el posible riesgo de fuga, a la hora de decidir si pide medidas para ellas.
Las dos mujeres -Yolanda Martínez, cuyo marido está en una prisión siria, y Luna Fernández, viuda de otro yihadista muerto en combate en ese país- han sido trasladadas a España junto a sus trece hijos menores, que se encuentran ya bajo protección de los servicios sociales de la Comunidad de Madrid. Los 15 se encontraban retenidos en el campo de refugiados de Roj, en el noreste de Siria, y llegaron la pasada madrugada a la base aérea de Torrejón de Ardoz tras una operación coordinada por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, y en la que también han participado los Departamentos de Interior, Defensa, Derechos Sociales, Justicia y Presidencia.
Ellas, que permanecen en dependencias policiales en calidad de detenidas hasta que mañana pasen a disposición judicial, habían manifestado su deseo de regresar a España desde hace varios años, si bien fuentes consultadas por EFE han explicado que no ha sido una operación fácil. De hecho apuntan que entre el Ministerio del Interior y el de Asuntos Exteriores había algunas divergencias, pues el primero consideraba muy importante tener preparada la respuesta penal adecuada para estas mujeres una vez en España y, sobre todo, el destino de los menores.
Además de Martínez y Fernández, hay otras dos mujeres que se marcharon a Siria: Lubna Miludi, una maestra de Ceuta con dos hijos que no pudo ser repatriada al no ser localizada en el campo de prisioneros, y Lubna Fares, de nacionalidad marroquí cuyo marido tenía la nacionalidad española. Save the Children, que ha aplaudido la repatriación, la primera este año, sostiene que en el campo de Roj o Al Hol permanecen una mujer y cuatro niños, y ha instado a España a repatriarlos.
La organización denuncia en un comunicado las condiciones en los campos sirios: en invierno, las niñas y los niños se ven obligados a dormir en tiendas de campaña a temperaturas de cero grados y existe el riesgo de que se propaguen los incendios cuando la gente intenta mantenerse caliente. El año pasado, 12 países repatriaron la cifra récord de 517 niños y mujeres del campo de Al Hol y Roj, lo que representa un aumento del 60 % respecto a 2021 y del 84 % respecto a 2020, según Save the Children.