El comité de huelga de médicos y pediatras de Atención Primaria ha acogido por «prudencia» y «escepticismo» la puesta en marcha a partir de este lunes, día 30, de un proyecto piloto en 22 centros de salud de la región para limitar las agendas y ha rechazado que la solución de la Consejería sea dejar todo a la voluntariedad de los profesionales.
En declaraciones remitidas a los medios, Ángela Hernández, secretaria general del sindicato Amyts, convocante de los paros, ha recordado además que el departamento que dirige Enrique Ruiz Escudero ya anunció la puesta en marcha de este pilotaje en tres centros de salud primero para el 11 de enero y después para el día 19 y finalmente «no se llevaron a cabo».
El máximo responsable de la Sanidad madrileña, Enrique Ruiz Escudero, ha presentado este lunes en rueda de prensa el nuevo sistema, con un proyecto piloto a partir del lunes sobre exceso de agenda médica en 22 centros de salud públicos de la región, un sistema que llegará a la totalidad de ellos antes de que finalice el año.
De esta forma, los médicos de familia dedicarán 10 minutos a cada paciente hasta llegar a un máximo de 34 al día, mientras que los pediatras podrán disponer de 15 minutos, hasta atender un máximo de 24 personas. A partir de ahí, se generará una bolsa nueva en cada centro para que otros profesionales de Atención Primaria puedan dar respuesta a ese exceso de demanda.
Los médicos y pediatras, con carácter voluntario, podrán atender ese exceso de demanda --pacientes a partir del 35 y 25-- en turno contrario hasta un máximo de 4 horas con una retribución económica de 50 euros por hora, que podría llegar por tanto a los 200 euros diarios. «Es necesaria dicha limitación puesto que cada día se pierden médicos y pediatras por la sobrecarga a la que están sometidos y consideramos que no se puede seguir basando la asistencia de la Atención Primaria en la Comunidad de Madrid en la existencia de voluntarios haciendo módulos que existen a instancias del sindicato médico desde 2019 y que han supuesto una ayuda para que no colapse la Atención Primaria pero que siempre hemos valorado como una medida tipo parche», ha censurado la portavoz del comité de huelga.
La limitación de agendas para aliviar la sobrecarga de trabajo de los profesionales es una de las principales reivindicaciones de los casi 5.000 médicos y pediatras que el pasado 21 de noviembre iniciaron esta huelga indefinida. Frente a la propuesta de la Consejería, «lo deseable», en palabras de Ángela Hernández, es dejar «de perder profesionales» y hacer que la Comunidad de Madrid vuelva a ser «atractiva» para que «haya más Médicos de Familia y Pediatras para que todos los madrileños puedan tener un médico y un pediatra asignado».
Según el sindicato médicos Amyts, en la región más de un millón de personas no tienen médico o pediatra asignado, 200.000 de ellos menores de edad. «Hay muchas por resolver. ¿Qué pasa si no hay voluntarios, qué pasa si no hay espacios físicos? Y, sobre todo, faltan las otras medidas para dejar de hacer una gestión de la miseria de la Atención Primaria que es hacer un esfuerzo presupuestario para volver a traer médicos de familia y pediatras a la Comunidad de Madrid», ha recalcado la portavoz del comité de huelga.