En España, las amas de casa cotizan a la Seguridad Social, y lo hacen tanto para poder acceder a una prestación por desempleo como para acceder a una pensión contributiva de jubilación, tal y como recoge el portal Noticias Trabajo.
Cuando las amas de casa no puedan acceder a esta pensión contributiva por llegar al mínimo de cotización, la Seguridad Social ofrece un tipo de prestación por la que no es necesario haber cotizado un mínimo.
Se trata de las pensiones no contributiva de jubilación o (PNC), unas prestaciones que, aunque dependiendo de la Seguridad Social, son gestionadas por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso).
Para optar a ella, la ama de casa debe de haber alcanzado los 65 años de edad y haber residido de manera legar y efectiva en España durante al menos 10 años,y que al menos dos de ellos sean los precedentes a la solicitud.
Además, hay que demostrar tener rentas o ingresos inferiores a los 5.899,60 euros por año. Si se trata de una unidad familiar, se tendrá en cuenta los ingresos de toda la unidad para conceder la pensión.
La cuantía en este año 2023 de esta pensión no contributiva es de 6.784,54 euros anuales, repartidas en 14 pagas de 484,61 euros (12 pagas ordinarias más otras dos extraordinarias).