El presidente de la Diputación de Ourense y del PP provincial, Manuel Baltar, ha advertido este viernes de que «no» dimitirá de su puesto después de haber sido cazado a 215 km/h en la autovía a la altura de Zamora, algo que ha insistido que se trata de un hecho «aislado», si bien ha reconocido otras tres multas en los últimos años y que el coche oficial del ente provincial acumula diez sanciones en el último periodo.
Aunque no pudo ser debatida la moción de urgencia que presentó el PSdeG, al ser rechazada la urgencia, el presidente provincial sí que tuvo que responder a las preguntas del PSOE y BNG sobre la multa administrativa ya abonada y el procedimiento penal por un presunto delito contra la seguridad vial. Baltar ha insistido en que «fue un error aislado» que se debió a «un despiste» en una larga recta sin referencias, por el que no dimitirá. Los socialistas han interpelado al presidente ourensano con 15 cuestiones relacionadas con estos hechos.
En concreto, han consultado los motivos del viaje, la ausencia del chófer oficial, qué personas viajaban en el vehículo, los justificantes de alojamiento y de las autopistas de Madrid y también «cuál fue el motivo por el que su gobierno no identificó a un conductor o conductora del mismo vehículo ante una sanción impuesta en septiembre del 2021 en la provincia de Lugo».
El presidente provincial ha trasladado que se desplazó a Madrid el domingo porque el lunes tenía previsto un encuentro de gestión ordinaria como presidente de la Diputación de Ourense y alegó que, entre otras personas, se reunió con el gerente de la Fundación Democracia y Gobierno Local.
Así, ha subrayado que «sí» era un viaje oficial y que, como «funcionario» público, conduce «desde hace muchos años coches oficiales en desplazamientos para abordar temas institucionales». Sin embargo, evitó dar explicaciones sobre dónde durmió, porque dijo que se trataba de un asunto «privado», si bien reconoció que no fue en Madrid.
El presidente provincial ha asegurado que no viajaba acompañado y que tampoco hay justificantes de alojamiento en Madrid. De este modo, eludió más detalles «por tratarse esta cuestión de una pregunta que afecta» a su «vida privada». A ello, agregó que «no se repercutieron cargos ni dietas». Baltar ha defendido que asumió «el error» haciendo hizo frente al abono de la sanción administrativa. En sus respuestas, reconoció que ha tenido otras dos sanciones, las cuales ha enmarcado en 11 años de cargo público, y ha admitido que los coches oficiales han tenido otras siete -una de ellas sin que se identificase a la persona que lo conducía-.