Este martes se ha vivido en España un día histórico. La princesa Leonor ha jurado la Constitución y ha recibido el collar de la Orden de Carlos III en una ceremonia solemne en la que se ha cumplido rigurosamente el protocolo. El día ha estado marcado por los símbolos, como la elección de la ropa de la heredera al trono. La joven ha escogido un traje de dos piezas blanco en un claro guiño a su madre, ya que es un outfit muy similar al que lució su progenitora el día en el que anunció su compromiso con Felipe VI. Además, el tono de las prendas guarda un gran significado dado que el blanco se vincula al sufragismo femenino.
Durante estos años Leonor ha tenido un comportamiento ejemplar en todas sus apariciones, una actitud que también ha mostrado este martes en el que ha pedido a todos los ciudadanos que confíen en ella: «Me debo desde hoy a todos los españoles, a quienes serviré en todo momento con respeto y lealtad. No hay mayor orgullo. En este día tan importante, que voy a recordar siempre con emoción, les pido que confíen en mí». De este modo arranca una nueva etapa en la monarquía española en la que Leonor empezará a estar más presente en los actos públicos al haber alcanzado la mayoría de edad, una Princesa que se ha mostrado comprometida con su trabajo y que actualmente está cursando la carrera militar.
Aunque han trascendido pocos detalles sobre las aficiones y el carácter de la joven, lo cierto es que la hija de los Reyes tiene una muy buena reputación y tal era la expectación por su jura de la Constitución que el pasado miércoles protagonizó las portadas de todas las revistas del corazón, que incluso acuñaron el término «Leonormanía». Desde el nombramiento en 2014 de Felipe VI y Letizia como Reyes, la monarquía ha separarse de la mala imagen del rey Juan Carlos I, una actitud de ruptura que ya muestra una evolución en la institución.
Ahora Leonor se convierte en la promesa de un futuro feminista en el que se espera que la institución tenga en cuenta los intereses de los jóvenes y los temas que les preocupan, como la crisis climática. Y es que, aunque la Princesa es la heredera al trono, hay que tener en cuenta que accederá a este puesto porque no tiene un hermano varón, ya que como fija la Carta Magna si llegase a producirse el nacimiento de alguno, sería este el que accedería como ya ocurrió con su padre. Y es que todavía queda mucho camino por recorrer...