Allá donde haya una batalla por la libertad encontrarán a Isabel Díaz Ayuso. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha generado un buen número de comentarios en las últimas horas en las redes sociales y en los círculos políticos al comentar la intención del nuevo Ministerio de Sanidad, encabezado por Mónica García, de seguir ampliando los espacios libres de humo, y por ende, acabar con el hábito de fumar en las terrazas de bares y restaurantes.
La medida no está planteada formalmente a pesar que la ministra, médico anestesista de profesión y hasta hace bien poco jefa de la oposición en la Asamblea de Madrid, ha confirmado en declaraciones públicas la intención de su departamento de retomar las líneas que ya trazó el plan antitabaco del exministro Salvador Illa. El mismo que su sucesora en el cargo, Carolina Darias, aparcó en su momento. En este punto la ministra de Sumar ha encendido las alarmas de los restauradores y hosteleros ante la posibilidad de que las terrazas queden blindadas contra el humo del tabaco.
Territorios como Baleares o la Comunitat Valenciana ya vivieron en su día la prohibición de fumar en estos espacios públicos, y ahora, desde Madrid, la presidenta Ayuso ha utilizado las redes sociales para clamar contra las intenciones supuestamente liberticidas del Gobierno. Lo ha hecho publicando dos imágenes de adictos al fentanilo en Estados Unidos. De algún modo las vincula como crítica a Mónica García y escribe: «Pero quedó prohibido fumar tabaco en las terrazas».
También en rueda de prensa con parte del sector empresarial del eje Madrid-Valencia, Ayuso ha cargado contra la izquierda, por supuestamente plantear una lucha blanda contra drogas como la marihuana, un escenario que ella ligó rápidamente a la proliferación del fentanilo en las calles de las grandes urbes estadounidenses, en un momento en que los opiáceos cuestan la vida a unas 50.000 personas al año en Estados Unidos, según ella porque se les ha permitido pasar «de unas drogas a las siguientes».
Este miércoles Ayuso ha seguido con su particular campaña, en esta ocasión ligando la proliferación del «negocio de la marihuana» a la inacción del ejecutivo de coalición. «El Gobierno no está haciendo nada para evitar esta lacra que está destrozando millones de vidas por todo el mundo» ha escrito Ayuso en la red social X, anteriormente conocida con el nombre de Twitter.
Asimismo, la presidenta de Madrid ha instado a la ministra del ramo a mostrar informes sanitarios antes de «demonizar», y en todo caso cree que el Gobierno central ha marginado de los planes antitabaco al sector privado. Los hosteleros y comerciantes, resume, son «la gente que crea puestos de trabajo». No hay que olvidar el apoyo sin paliativos que Ayuso hace tiempo que muestra hacia esta parte del tejido empresarial de Madrid.
Este apoyo se inició en tiempos de la pandemia de Covid, siendo la región del centro de la Meseta un auténtico oasis en cuanto a las posibilidades de apertura de locales de restauración y relajación de medidas preventivas y de seguridad sanitaria, unas políticas que por otra parte fueron plenamente avaladas por los madrileños en las urnas, donde Ayuso obtuvo una holgada mayoría absoluta en las elecciones autonómicas.