El presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha considerado este miércoles que el PSOE está «en el extrarradio de la Constitución», si bien ha asegurado que «no es un partido del que se pueda dudar constitucionalmente». En declaraciones a los medios de comunicación tras la inauguración del estand de Castilla-La Mancha en la Feria Internacional del Turismo (Fitur) que se celebra en Madrid, García-Page ha analizado el acuerdo entre Junts y PSOE para modificar el artículo 2 de la proposición de ley de amnistía que aborda el tratamiento de los delitos de terrorismo.
Para García-Page, el PSOE tiene «muy claro cuál es el marco constitucional» y aunque ha considerado que «probablemente está muy en el límite» e incluso «en el extrarradio de la Constitución» y «a punto de pisar la frontera constitucional» ha afirmado que le gustaría que no se pisara nunca el límite. García-Page también ha manifestado sus dudas de que se haya llegado a la redacción definitiva de la ley y ha mostrado sus sospechas de que habrá más cambios, hasta «la última exigencia que tenga» el expresident de la Generalitat Carles Puigdemont, que a su juicio está «muy empeñado en conseguir acabar con la credibilidad de la política en España».
En cualquier caso, ha considerado que el independentismo catalán «no busca solo la amnistía, sino que busca la impunidad» e incluso ha ironizado al apuntar que se siente «aliviado» tras conocer el contenido de la enmienda pactada, pues ha comentado que «todavía no se les ha ocurrido exigir no ya que les perdonen todos los atropellos» sino que también «les mantengan la inmunidad para los próximos atropellos que quieran hacer».
En cuanto al fondo del asunto, el presidente castellanomanchego ha afirmado que no se siente cómodo con la definición de terrorismo que se ha introducido en la ley, ya que a su juicio es «un intento de relativización del terrorismo» y ha subrayado: «No hay terrorismo bueno y terrorismo malo, el terrorismo es terrorismo, terrorismo significa tener intención de generar terror». Por ello, ha señalado que durante las protestas en Cataluña por el 'procés' «hubo mucha gente organizadamente» que «quiso generar terror social», aunque ha solicitado que sean los jueces y no los políticos quienes diluciden lo que ocurrió en aquellos días, y ha pedido que se «respete a los jueces en su función de aplicar las leyes».
«El Parlamento puede hacer las leyes que quiera, pero finalmente quien las tiene que interpretar son los jueces y no solo con las leyes españolas, sino con los tratados internacionales y con la declaración de los Derechos Humanos», ha asegurado el presidente castellanomanchego. De este modo, ha insistido en que, a su juicio, el problema de fondo es el independentismo catalán pida que «además la ley en España les ampare para seguir haciéndolo, porque total, al paso que van lo que les interesa es que al Estado español se le rompan las costuras».
En cuanto al voto de los diputados del PSOE de Castilla-La Mancha en el Congreso, García-Page ha señalado que los parlamentarios se deben «a sus votantes, no a los virreyes ni a los barones provinciales o regionales» y ha apuntado que aunque supone que «muchos están sufriendo», él no es quién para darles órdenes, sino que se debe respetar lo que deciden los grupos parlamentarios en las votaciones internas.
Por otro lado, sobre las críticas del vicesecretario general del PP, Esteban González Pons, al Tribunal Constitucional, García-Page las ha tachado de «barbaridad» y ha lamentado esas declaraciones, pues a su juicio González Pons es una persona que dice «cosas bastante reflexivas y tiene mucha experiencia». En general, García-Page ha considerado que las instituciones «tienen que protegerse» y también lo tienen que hacer los partidos políticos, pus ha defendido que la arquitectura institucional es lo que ha llevado a España ser «una gran potencia mundial».