El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha comprometido este miércoles a fortalecer la Ley de la Cadena Alimentaria, implementar la reciprocidad en las condiciones de importaciones agrícolas -las conocidas cláusulas espejo-, simplificar la Política Agrícola Común (PAC) y facilitar la adaptación a la normativa europea.
En la sesión de control al Gobierno, Sánchez ha respondido a dos preguntas formuladas por VOX y por el Grupo Republicano sobre las movilizaciones que están protagonizando estos días miles de agricultores en España, y que han provocado corte de numerosas carreteras. En su respuesta, el presidente ha dicho que su Ejecutivo «está con el campo en palabras y hechos» gracias a las políticas «desplegadas en estos últimos cinco años».
Sánchez ha puesto el foco en los 4.000 millones de euros destinados al primario desde 2022 para hacer frente a adversidades como la sequía, el alza de los precios de la energía o los seguros agrarios; o los 6.800 millones de la nueva PAC, de los que más de 4.000 son en ayudas directas. Por eso, le ha dicho al líder de VOX, Santiago Abascal, que «quizá no se ha enterado de lo que hemos ido aprobando en el Congreso para defender al sector primario y, siempre, en contra de su partido».
El presidente ha reiterado que apoya al campo mientras que VOX propone una «fórmula letal» para el sector primario porque hacen una «mezcla imposible» entre «negacionismo climático y antieruopeísmo». Abascal, por su parte, le ha remarcado que a España ha llegado la «rebelión de los tractores que detendrá la traición -de Sánchez- al campo».
Ha asegurado que los agricultores quieren que se les «dejen de poner zancadillas» con la competencia «desleal», con el ecologismo «radical», el «papeleo insoportable» o la «criminalización de su modo de vida». Además, ha afeado a los «populares, socialistas y verdes» que actúen como «una coalición en Bruselas» en la mayoría de las votaciones que afectan al campo. Ha terminado apuntando que la Agenda 2030 es una «amenaza de muerte para el campo español y es un plan de despidos masivos». La diputada del grupo Republicano en el Congreso Teresa Jordà le ha preguntado a Sánchez sobre medidas para atajar la «gravísima situación» a la que se enfrentan los productores. Cree que las movilizaciones de los agricultores son el «síntoma inequívoco» de esa crisis por unas políticas ambientales que «deben hacerse al lado del sector».
Bajo su punto de vista es «urgente» imponer cláusulas espejo en las importaciones de productos desde terceros, «relajar» las exigencias burocráticas o corregir la Ley de la Cadena para que haya sostenibilidad económica en el campo. En este punto, Sánchez le ha prometido ese fortalecimiento de la Ley de la Cadena y la implementación de las cláusulas espejo, a la vez que ha reiterado su «absoluta disposición e interlocución» con los productores a los que le ha mostrado su «absoluta empatía». El presidente ha defendido finalmente la política «absolutamente transversal y holística» que su Gobierno está desarrollando en beneficio del sector primario.
Las protestas de los agricultores se han colado continuamente en la sesión de control al Gobierno y el propio líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en una intervención ha asegurado que el «problema» de los agricultores «no sólo está en Bruselas sino también en las bancadas del Gobierno». Lo ha justificado en el hecho de que el Gobierno central «le dice a los agricultores que desperdician el agua, que el pacto del agua puede esperar, que esta PAC es una 'maravilla' o que no se puede bajar el IVA de la carne y el pescado».