El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ha anunciado este jueves que trasladará a la Fiscalía la actuación del presidente del Parlament balear, Gabriel Le Senne, para que determine si hay delito al haber roto la foto de una víctima de la Guerra Civil. «Desde el Ministerio se va a trasladar al Ministerio Fiscal los acontecimientos por si los mismos pudieran ser constitutivos de un delito penal de odio o de cualquier otra tipificación del orden penal», ha declarado a los medios a su llegada a la Comisión Constitucional del Senado, en la que estaba citado a comparecer para dar cuenta de la actuación de su ministerio en memoria democrática.
Torres ha explicado que han tomado esta decisión después de que los servicios jurídicos de su ministerio analizaran la actuación de Le Senne en el pleno del Parlament balear del martes pasado, en el que llamó al orden y expulsó a dos diputadas socialistas de la Mesa por exhibir fotos de republicanas asesinadas en la Guerra Civil y acabó rompiendo la imagen de la costurera sindicalista Aurora Picornell.
Más allá del traslado de estos hechos a la Fiscalía, el ministro ha dicho que van a analizar si hay posibilidad de aplicar al presidente del Parlamento balear, de Vox, alguna sanción prevista en la Ley de Memoria Democrática por vulnerar a víctimas de la Guerra Civil y el franquismo. Y ha señalado que el grupo parlamentario socialista en el Parlamento balear podría solicitar por su cuenta a la Mesa que el presidente sea sancionado y, si no se responde a su petición, llegar incluso al Tribunal Constitucional. «(Le Senne) se ha disculpado, lo cual es mejor que no haberlo hecho, pero lo que hizo lo hemos visto todos», ha declarado Torres.
En este sentido, ha señalado que el presidente del parlamento balear tuvo un «gesto violento» que, por tratarse del cargo que ocupa, es «gravísimo», y lo ha acusado de no haber reparado ni defendido a una víctima de la Guerra Civil. Al inicio de su comparecencia en el Senado, Torres ha expresado su «repulsa» y la del Gobierno por la actitud del presidente del Parlamento balear, que considera que sobrepasó «límites autoritarios». «Se ha denigrado la imagen de personas que estaban ahí retratadas y que murieron en su momento por defender la libertad y la democracia. Debería ser, aceptando cualquier opinión, una repulsa unánime de esta comisión», ha añadido.