Avanzan los días y el tiempo para decidir quién será el próximo president de la Generalitat de Cataluña se acorta. Prosiguen las negociaciones, según los socialistas a buen ritmo, para investir a su candidato Salvador Illa. Hasta ahora Esquerra había mostrado signos conciliadores. Este pasado lunes la secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha reclamado al PSC que muestre «más ambición» en las negociaciones y aporte mayor «sustancia» a las mismas y, aunque ha indicado que el «ritmo» sí es el adecuado, ha dicho: «Hoy no soy tan optimista». Todo con un peliagudo tapete de fondo: la financiación autonómica y el eventual tratamiento singular para los catalanes que aspira a alcanzar Esquerra.
En rueda de prensa en la sede del partido, la primera que ha ofrecido desde que el pasado viernes retornara a Cataluña desde Ginebra (Suiza), Rovira ha remarcado que los republicanos quieren cerrar un preacuerdo, que luego debería ratificar la militancia, este mismo mes: «Si a finales del mes de julio no vemos los fundamentos clave para que el país avance y progrese socialmente y nacionalmente, lo que haremos será levantarnos de la mesa de negociación», ha advertido. La sombra de repetición electoral ha estado en buena medida presente durante todas estas semanas sucesivas a las elecciones regionales, en las que el candidato del PSC obtuvo una clara victoria.
En este contexto, Rovira ha explicado que tras el «soplo de optimismo» mostrado la semana pasada ahora está «un poco preocupada». Para completar su «mensaje de preocupación», ha añadido: «La semana pasada deberíamos haberla acabado mejor de cómo la empezamos (...) Tenemos mucho trabajo por hacer». Sí ha augurado que el hecho de que las reuniones puedan ser a partir de ahora presenciales puede aportar más «confianza» entre las partes. Tras reiterar que el «ritmo», es decir, la voluntad de las partes, es el adecuado, Rovira ha urgido ahora a que este vaya acompañado de mayores «movimientos» y «sustancia».
Los veinte votos de ERC en el Parlament catalán son clave, junto a los seis de los comunes, para que Illa pueda ser el próximo presidente del Principat y la principal reclamación de los republicanos es una «financiación singular», esto es, que Cataluña salga del régimen común de financiación. Recordatorio al PSC: Las negociaciones acaban a finales de mes Rovira ha reiterado que ERC se da de plazo hasta finales de este mes para alcanzar un preacuerdo con el PSC -pese a que el plazo legal expira el 26 de agosto-, una posible entente que luego deberían validar las bases de la formación. Esto es así porque los republicanos no quieren tener que negociar «hasta el último minuto» y que se les atribuya la «responsabilidad» de una eventual repetición electoral: «Queremos saber si hay agua en la piscina para que el país avance», ha dicho.
Así, si a finales de julio no se dan las condiciones para un pacto entre el PSC y ERC, Rovira ha invitado a los socialistas a que traten de tejer otras mayorías: la que sumaría con el PP y Vox o la que podría alcanzar con Junts. Una financiación singular para acabar con el «déficit fiscal» Rovira ha defendido que Cataluña necesita salir del régimen común de financiación, del mismo modo que no participan de este Euskadi ni Navarra. Ello para que los catalanes dejen de sufrir el «déficit fiscal», que si no se remedia llevará al próximo Govern catalán a aplicar «recortes» y a no poder garantizar mayores cotas de «progreso social». También ha recordado que la de la financiación no es la única «carpeta» sobre la que negocia ERC con el PSC: también se encuentran las de avanzar en la resolución del conflicto político, un mayor refuerzo de las políticas sociales y dar un nuevo impulso al catalán desde la administración.
A ellas se suma la «carpeta cero», es decir, que se cumplan los acuerdos ya alcanzados en el pasado -para la investidura de Pedro Sánchez se pactaron cuestiones como el traspaso de Rodalies o la condonación parcial del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA)-, porque ERC no puede ofrecer más «crédito» a los socialistas. Un elemento que podría dificultar la investidura de Illa sería el retorno a Cataluña del expresident Carles Puigdemont. Rovira ha asegurado que esta posibilidad no le da «miedo», sino que este es su «deseo», aunque también ha avisado: «Si nos implica un reto táctico, lo sabremos asumir». Preguntada sobre la crisis interna que atraviesa ERC, con Rovira partidaria de renovar las principales caras visibles y Oriol Junqueras decidido a revalidar el liderazgo del partido tras el congreso del 30 de noviembre, la secretaria general ha llamado a los republicanos a seguir el ejemplo de EH Bildu. «Hemos de aprender mucho de nuestros compañeros y socios del País Vasco», ha apuntado. Ha dicho que esto lo hará «de forma conjunta y coordinada» con Junqueras, pese a la distancia que les separa en este momento, y ha augurado que su regreso a Cataluña y la posibilidad de mantener a partir de ahora encuentros presenciales facilitará las cosas.