El Gobierno se está encontrando en el arranque de este curso político con dos piedras en su camino: por un lado, la oposición crítica de Podemos, endurecida en las últimas semanas, y por otro la amenaza lanzada por Junts de que este otoño «pasarán cosas que no han pasado hasta ahora». «Señor Sánchez, ¿cree usted que podrá seguir gobernando?», con esta pregunta dirigida al jefe del Ejecutivo terminaba su intervención la portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, durante la sesión de control al Gobierno de este miércoles.
La voluntad de Sánchez de cumplir con Junts Previamente, había advertido al líder del PSOE que a su formación no le vale el «bla, bla, bla» y que quieren hechos. Sánchez ha asegurado a la portavoz independentista que tiene la «máxima voluntad» de cumplir con los acuerdos de Bruselas. Miembros del Ejecutivo no ocultan su preocupación con ambos partidos, cuyos diputados -siete de Junts y cuatro de la formación morada- son claves para sacar adelante la principal ley que tiene por delante el Ejecutivo, los presupuestos generales del Estado. Junts asegura que no han empezado a negociar las cuentas públicas, que el Gobierno no les ha llamado aún. Ni para hablar sobre ellos ni sobre la senda de estabilidad, paso previo a los presupuestos.
Las votaciones perdidas
La formación que dirige Carles Puigdemont ya tumbó la pasada semana el proyecto de ley impulsado por la vicepresidenta Yolanda Díaz para la reducción de jornada laboral, un aviso a navegantes de lo que pueden hacer en los próximos meses. Este mismo martes Junts también voto en contra de otra iniciativa de Sumar para la creación de una agencia anticorrupción al considerar que era «recentralizadora».
Junto a su rechazo a estas iniciativas, los de Puigdemont están presionando al Gobierno para sacar adelante asuntos que les interesan, como acaba de ocurrir con la proposición de ley que registró hace meses junto al PSOE para delegar competencias en materia de inmigración a Cataluña o el pacto sobre el uso del catalán en los servicios de atención al cliente.
Podemos agranda su brecha
Por su parte, la formación liderada por Ione Belarra lleva meses diciendo que, aunque votaron a favor de la investidura de Sánchez, no son socios del Gobierno y solo apoyarán las iniciativas con las que estén de acuerdo y que supongan avances sociales «de izquierdas».
De hecho, los morados tumbaron el pasado mes de julio el decreto «antiapagones» y ahora han avisado al Gobierno de que no cuenten con su voto para sacar adelante la proposición sobre la delegación de competencias en materia migratoria a Cataluña, al tachar esta iniciativa de «racista». Podemos ha agrandado su brecha en los últimos tiempos con el Ejecutivo de coalición de PSOE y Sumar, a cuenta especialmente de la subida del gasto en defensa y del «genocidio» en Gaza, hasta el punto de hablar de Sánchez como el «señor de la guerra» y de acusarlo de hacer anuncios «electoralistas» sobre Palestina.
Han llegado incluso a denunciar por prevaricación al Ministerio de Economía, al que acusan de no haber hecho nada para «detener el comercio de armas con Israel». Podemos cree que la legislatura está finiquitada y que el PSOE está abonando el terreno para un posible adelanto electoral, mientras resuenan las palabras de Puigdemont este verano, cuando avisó de que preveía decidir este otoño sobre si sigue apoyando al Gobierno. «En otoño pasarán cosas que no han pasado hasta ahora, porque hemos dado suficiente tiempo, hay cosas que se tienen que producir», advirtió el presidente de Junts.
LA IZQUIERDA DE SÁNCHEZ Y SUS FEMINISTAS SUMISAS... NO HARÁN NADA HASTA QUE JUNTS LO MANDE A LA CALLE...