Tras meses centrados en los casos de corrupción que afectan al entorno del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y semanas volcados en las críticas al exfiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, el PP ha tomado ahora los casos de acoso sexual en el PSOE como principal azote del Ejecutivo.
Así lo confirman fuentes del PP, que apuestan por incidir «con toda intensidad» en este asunto. Una estrategia que ha quedado de manifiesto este miércoles en la sesión de control al Gobierno, la última del año. En este último choque entre el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y Sánchez, el dirigente popular ha afirmado que Sánchez «ha consentido todo» y ha aprendido «en los prostíbulos» todo lo que sabe sobre feminismo. Todo ello en plena polémica por los casos de supuesto acoso sexual de los exdirigentes socialistas Paco Salazar y Antonio Navarro y a la denuncia presentada contra el presidente de la Diputación de Lugo, el socialista José Tomé.
En opinión de las fuentes del PP, van a pasar años hasta que el PSOE recupere la credibilidad y pueda hablar de feminismo y de corrupción. Y mientras tanto los populares seguirán utilizando escándalos como los de Salazar y Tomé para evidenciar la «incoherencia» de un Gobierno que, afirman, «encubre a acosadores sexuales». Por eso no es de esperar que suelten el tema a medio plazo, advierten. En el PP son conscientes de que los casos de acoso sexual pueden hacerle mucho daño a Sánchez en las urnas. Hoy mismo, en una pregunta al ministro de Justicia, Félix Bolaños, la exsecretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha pronosticado: «Seremos las mujeres españolas las que les echemos de este Gobierno».
El caso Salazar ha protagonizado gran parte de los discursos de la sesión de control de este miércoles. La portavoz del PP en el Congreso, Ester Muñoz, ha llegado a decir que el machismo y el acoso sexual es «estructural» en el PSOE y en el Gobierno y ha calificado de «repugnantes» las actitudes de Salazar. Todo ello un día después de conocerse la sentencia del Tribunal Supremo que condena al ex fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, a dos años de inhabilitación por un delito de revelación de datos reservados.
Feijóo no ha hecho alusión a la condena en el pleno, ni tampoco ayer la comentó, después de semanas mencionándolo casi en cada discurso. No quieren los populares que se desvíe el foco de los casos de denuncias por acoso sexual que afectan a los socialistas. Las fuentes de Génova señalan que el partido de Feijóo va a seguir insistiendo en que Sánchez ha «encubierto» todos estos casos, frente a un PP que actúa «sin esconderlo» y no paraliza investigaciones, agregan. En el partido, explican, hay una oficina de quejas en la que pueden exponerse estos temas y un canal de denuncias internas anti acoso. No consta, por lo tanto, que haya compañeros que «vayan con la bragueta bajada», ni que se haya «tapado a Salazares». El caso Salazar se da a la par del que afecta al alcalde de Algeciras (Cádiz), José Ignacio Landaluce, denunciado por el PSOE ante la Fiscalía de Tribunal Supremo por, entre otros, delitos de acoso o abuso sexual. Este miércoles Landaluce ha decidido que se mantendrá en el cargo y que seguirá como senador, pero ha renunciado temporalmente a su militancia en el PP «para defender su honor».
Dejense de tonterías y argumentaciones populacheras, y pónganse de una vez a hacer oposición seria.