Una chica de 15 años que pese unos 50 kilos puede fallecer con la ingesta de media botella de vodka o ginebra consumida en un periodo de una hora, ya que su cerebro está inmaduro y no tiene la capacidad de metabolización del adulto, ha advertido la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria.
Los médicos han pedido ante la Comisión Mixta Congreso-Senado que se aprueben «medidas efectivas» para prevenir los problemas derivados del alcohol ante el «alarmante» incremento de consumo entre los menores de 18 años, ha informado en un comunicado.
En los últimos 20 años «se ha duplicado» el porcentaje de jóvenes de entre 14 y 18 años que se emborrachan (en la actualidad el 30 % dice emborracharse una vez al mes y el 15 % todas las semanas), ha recordado esta sociedad científica.
El coordinador del grupo de educación sanitaria y promoción de la salud, Rodrigo Córdoba, ha afirmado que «los menores que beben con esa edad tienen un 46 % de probabilidades de tener coma etílico, fracaso escolar, peleas, embarazo no deseado, suicidio, accidentes de tráfico o enfermedades del hígado, una posibilidad que se reduce al 9 % si se empieza a consumir a los 21 años».
«Retrasar la edad de inicio es fundamental», ha remachado ante los parlamentarios, a los que ha pedido la aprobación de siete medidas «que realmente funcionan según las evidencias experimentales y los precedentes en países similares».
Aumentar el precio de las bebidas alcohólicas a través de los impuesto especiales, que deben afectar a todas las que tengan más de 1.2 grados, incluido el vino, es una de ellas.
Pero también prohibir la venta de alcohol en horario nocturno en locales en los que no se consume; disminuir la tasa de alcoholemia a 0 para la conducción de vehículos (a partir de 15 años se pueden conducir ciclomotores); y llegar a un acuerdo social para que se respete la mayoría de edad en el inicio de consumo.
Además, proponen reducir la publicidad y patrocinio de bebidas alcohólicas, que incluye el control de todo tipo de promociones regalos de bebida, 2x1, patrocinio de actividades juveniles y publicidad por internet, así como multas por consumo en vía pública (sustituible por programas educativos) y advertencias sanitarias en los envases.
La semFYC también recomienda crear «programas educativos interactivos de al menos seis sesiones a lo largo de un curso escolar, bien diseñados y evaluados», ya que si no lo están «pueden dar resultados inesperados».