Jeremy Finch, un padre de Alabama, emocionó a la red con su publicación de despedida de Eli, su hijo que murió con tan solo dos años y que nació sin nariz a causa de una enfermedad congénita.
«Perdimos a nuestro pequeño amigo anoche. Nunca podré entender por qué sucedió, y es algo que dolerá profundamente durante mucho tiempo. ¡Pero estoy tan bendecido por haber tenido este hermoso chico en mi vida! Terminó su camino mucho antes de lo que nos hubiera gustado, y Dios decidió llevárselo otra vez. ¡Siempre esperaré verlo a las puertas del cielo esperándome para darme otro de sus famosos choques de puños! Te quiero hombrecito. Descansa en paz con mi padre».
Un medio local de Alabama, que fue de los primeros en difundir su historia, explica que el niño no podía emitir sonidos a causa de su enfermedad, por lo que empezaron a enseñarle lenguaje de signos para bebés.
Así, empezó a hacer terapia del habla en su casa con una válvula. «Su signo favorito era 'galleta'», explicaba Jeremy, y de hecho, lo primero que hacía cada mañana era pedir una, hasta el punto que recibió el premio de 'devorador de galletas' en su guardería. Descanse en paz.