El eclipse total de la llamada superluna azul, la segunda luna llena del mes y en su posición más cercana a la Tierra, se puede ver principalmente desde Norteamérica, Asia y Oceanía.
Siempre que las condiciones atmosféricas acompañen, los interesados podrán ver cómo la luna se tiñe de color rojizo sin necesidad de usar gafas especiales, como en el caso de los eclipses solares.
Los eclipses lunares ocurren cuando la Tierra se encuentra entre el Sol y su satélite, lo que -a diferencia de los solares-, es visible desde cualquier lugar del mundo, una vez la Luna esté sobre el horizonte en el momento del fenómeno.
La Nasa lo retransmite en directo.