Una mujer de 37 años, fue con su hijo a la cafetería New Point en Dietikon, cerca de Zúrich, para tomar un café y un pastel. A la hora de pagar la cuenta de 23,70 francos suizos (19,81 euros), decidió hacerlo con tarjeta y fue cuando cometió el error de no leer lo que le decía la pantalla del datáfono. Le preguntaba por la cuantía de la propina que quería dejar y en su lugar tecleó el número pin de cuatro dígitos de su tarjeta de crédito. Entonces, la factura total alcanzó los 7.709 francos suizos (unos 6.439 euros).
Schemjakowa, que vive en Mulhouse, Francia, se dio cuenta de lo sucedido cuando recibió la factura de la tarjeta de crédito. Enseguida llamó a su banco pero le dijeron que no podían hacer nada porque no había sido ningún fraude. Entonces contactó con la policía suiza. Pero se encontró con el mismo problema ya que no había ningún delito que denunciar.
Finalmente llamó al establecimiento donde se produjo el error e intentar confiar en la buena fe de los encargados. Según indicó la afectada el dueño del establecimiento fue «muy servicial», y le dijo que, por supuesto, le daría la cantidad total del dinero. «Pero nunca lo hizo», asegura la mujer. El hombre se declaró en bancarrota, cerró la cafeterí y se desconoce su paradero.