Una niña de tan sólo nueve años se encuentra en rehabilitación tras volverse adicta a Fornite. Un juego que causa furor entre los más pequeños y que desde su lanzamiento ya se lo han descargado más de 40 millones de personas.
Según cuentan los familiares, la pequeña se levantaba por la noche para jugar, se dormía en clase, se orinaba encima e, incluso, llego a intentar pegar a su padre cuando le confiscaba la videoconsola.
La historia comenzó cuando el mes de marzo los padres le regalaron la consola a la niños, fue en ese momento cuando paulatinamente la pequeña empezó a cambiar su comportamiento. De hecho, la profesora ya alertó en varias ocasiones a los padres del cambio que estaba sufriendo.
Ahora la menor se encuentra en terapia por adicción tras haber sufrido grandes cambios en su comportamiento, por ejemplo, 10 horas sin dormir. «Este es un problema serio que está destrozando la vida de nuestra hija. Alguien debería actuar y prohibirlo antes de que se convierta en una epidemia», ha asegurado la madre a medios británicos.