La cultura está en huelga de silencio durante 48 horas. El 'apagón cultural', decretado por la Unión de Actores para protestar por la falta de medidas del gobierno está en marcha y secundado por asociaciones de otras manifestaciones culturales, dejará en silencio durante este viernes y el sábado las redes. Así manifiestan el descontento de un sector, el cultural, que se considera maltratado.
Más de cuarenta asociaciones de músicos, actores, creadores y técnicos del sector cultural han pedido al ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, ayudas para el sector, afectado por su característica temporalidad laboral y que desde el inicio de la crisis sanitaria ha dado muestras de solidaridad, subiendo obras a las diferentes plataformas de manera gratuita para que todos los ciudadanos pudieran disfrutar de ellas.
La comparecencia del ministro el pasado martes no convenció a intérpretes y creadores, que generaron un movimiento espontáneo bajo el hastag #ApagonCultural.
Los manifestantes piden por carta al ministro que consensue con el sector las 52 medidas que le han remitido y le instan a estudiarlas y a darles una respuesta "real y eficaz" y les confirme cuáles se aplicarán, de qué manera y en qué plazos. En la misiva, advierten a Rodríguez Uribes que con sus declaraciones de esta semana «solo consigue, lamentablemente, crispar los ánimos de las más de 700.000 personas que viven (de momento) de las industrias culturales».
Además, lamenta que el titular de Cultura ha mostrado al sector ante la opinión pública como un «sector insolidario por proponer medidas unilaterales» para ellos, con independencia de la suerte que corran el resto de ciudadanos. «Eso, además de profundamente injusto, no es cierto», sentencian.
En su misiva, confían en que Rodríguez Uribes sea «plenamente consciente» de que su intervención del 7 de abril ha generado una fuerte reacción crítica entre las asociaciones y los 700.000 profesionales que viven de la cultura.
Afean así al ministro que se limitara a decir que las ayudas a la cultura están incluidas en el paquete general para todas las empresas y trabajadores españoles. «Lo obvio es innecesario decirlo», apostillan.