Rosa Maria Sardà ha fallecido este jueves a los 78 años de edad, e inevitablemente muchos han traído a colación su versatilidad interpretativa y amplia gama de registros mostrada en papeles de lo más variopintos, en cine, teatro y televisión.
Madre de actor y nieta y bisnieta de actores, Sardà debutó en la década de los sesenta del siglo pasado en el teatro profesional, pero con el paso de los años se reveló como una actriz todoterreno, capaz de ponerse a las órdenes de los directores españoles más destacados, como Ventura Pons o Fernando Trueba, y hasta de agarrar las riendas y darle el matiz justo a sus propias producciones.
Sus papeles nos han acompañado toda la vida, como el recordado spot humorístico El animal de compañía, emitido en 1987 en el programa de TVE Ahí te quiero ver.
Años antes compartió esta entrevista con otra de los referentes del teatro humorístico español de finales del siglo XX, Lina Morgan.
En 1989 la actriz compartió escenario con La Trinca. Uno de sus integrantes era Josep Maria Mainat, con quien estuvo casada y padre de su hijo Pol, también actor.
Ya en la década de los noventa, y con la llegada de las televisiones privadas, Rosa María Sardà hizo las delicias de los espectadores con este sainete titulado La tuba, con Concha Velasco y Fernando Colombo.
En los tiempos más recientes, Sardà ha sido ensalzada como presentadora de la gala de los premios por excelencia del cine español, los Goya, un honor que tuvo hasta en tres ediciones diferentes.
Estos son algunos de los mejores pasajes de su trabajo como presentadora de los Goya.
Y en 1997 Sardà participó en una de las películas más locas del cine español, Airbag, de Juanma Bajo Ulloa.
Finalmente, en 2001, Rosa Maria Sardà recibió su segundo Goya como mejor actriz de reparto. Fue por la película Sin vergüenza.