El estornudo inverso en perros resulta, sin lugar a duda, un trastorno muy llamativo para cualquier persona y, sin embargo, es mucho más frecuente de lo que creemos. La mayoría de los dueños de mascotas no saben de su existencia hasta que sus canes lo viven por primera vez y, en ese momento, tienden a asustarse y preocuparse más de la cuenta pensado que quizás se está ahogando. Por eso, vamos a intentar arrojar algo de luz sobre esta curiosa manifestación.
Lo primero que debe aclarar es que se trata de una afección respiratoria de lo más normal entre los perros, siendo más propensos a sufrirla los braquicéfalos (de hocico achatado y que hacen mucho ruido al respirar) como el bóxer, carlino, bulldog francés, bulldog inglés, Boston terrier... Y entre estas razas, también suele afectar mas a las de menor tamaño, ya que éstas tienen una tráquea y garganta más pequeñas.
Si en el estornudo propiamente dicho el aire sale del interior al exterior del cuerpo por las vías respiratorias, el estornudo inverso sería el proceso totalmente contrario. El aire, por tanto, entre en el cuerpo con fuerza por medio de grandes y ruidosas inhalaciones o aspiraciones violentas de aire.
Es importante saber distinguirlo, e incluso ver alguno de los muchos vídeos de estornudos inversos que hay colgados en YouTube, para estar sobre aviso en el caso de que nuestro can llegue a sufrir alguno.
Por regla general, los episodios de estornudo inverso son muy breves. Pueden durar desde unos pocos segundos a uno o dos minutos. Y una vez superado, el perro vuelve a respirar con normalidad y a comportarse como si nada hubiera pasado.
Cuando se produce un estornudo inverso el perro sufre un espasmo en la garganta y el paladar blando y empieza a aspirar el aire. Además de hacer un ruido muy característico, los canes suelen adoptar una postura bastante curiosa en ese momento: con los codos separados, la cabeza agachada, ojos saltones y la espalda extendida.
Los especialistas hablan de diversos motivos, entre los más frecuentes:
Por tanto, si nuestra mascota sufre estornudos inversos con frecuencia es importante que intentemos identificar qué es lo que se lo provoca para intentar prevenirlos.
Ante todo, hay que intentar mantener la calma. Aunque a los seres humanos nos puedan impresionar mucho, este tipo de estornudos son algo natural para los perros y están acostumbrados a ellos. Es algo intrínseco a su especie.
Lo principal es no alertarse. No agobiarnos más de la cuenta, tampoco estresar al perro, dejar que viva ese momento lo más tranquilo posible e intentar permanecer a su lado por si necesitase nuestra ayuda o empeorase la situación. Ocasionalmente, y si el perro lo permite, podemos utilizar el recurso de masajearle la garganta o taparle brevemente la nariz para obligarle a tragar y provoca que el estornudo remita.
Pero como ya hemos comentado más arriba, lo mas importante es identificar el motivo del estornudo revisando lo que estaba haciendo el perro o qué ha pasado previamente. El estornudo inverso no es una enfermedad por lo que no hay un tratamiento concreto. En el caso de que el origen sea una infección respiratoria, el veterinario determinará qué tratamiento con antibióticos precisa.
Aunque la primera vez que se produzca el estornudo inverso pueda provocarnos miedo, preocupación y ganas de salir corriendo al veterinario, es probable que cuando lleguemos a la consulta el episodio ya haya terminado. Una solución práctica puede ser grabar en vídeo el momento para enseñárselo en la próxima visita y confirmar lo que ha ocurrido.
Por el contrario, si los estornudos empiezan a ser muy frecuentes, de mayor duración, van acompañados de alguna secreción o comprometen la calidad de vida del perro, conviene fijar una cita con el especialista para que descarte alguna infección, la presencia de algún cuerpo extraño en las vías respiratorias, pólipos o tumores nasales.