La llegada del verano y el aumento de temperaturas implica una proliferación de insectos, como las moscas y mosquitos, que pueden resultar realmente incómodos e incluso ocasionar problemas de salud.
En el caso de las moscas, estas se alimentan de excrementos o de la descomposición de la materia orgánica y, por esta razón, hay que tener especial cuidado cuando se encuentren en las superficies del hogar o sobre los alimentos. Son portadoras de bacterias y microorganismos y, al posarse sobre determinados alimentos, pueden transmitirnos enfermedades realmente perjudiciales.
En este sentido, la primera medida para evitar que aparezcan estos insectos es mantener una higiene y limpieza adecuada, y procurar no almacenar basura, ni dejar restos de comida. Por otra parte, puedes emplear algunos remedios caseros que actúan como repelentes naturales para ahuyentar a estos insectos.Colgar una bolsa de agua es uno de los remedios más populares que siempre se han utilizado en muchas casas, sobre todo en aquellas con jardín o terraza. El motivo principal es que la bolsa produce reflejos, cuando los rayos del sol la atraviesan, que transforman la luz en colores como el arcoiris que ahuyentan a estos insectos.
Otro de los repelentes naturales por excelencia son los clavos de olor y limón. Para ello, tal y como explican en Mejor con salud, parte un limón por la mitad e introduce 12 clavos de olor. Colócalo en las esquinas del hogar o en las ventanas y verás como no vuelven a aparecer.
También se pueden utilizar plantas aromáticas que actúan como repelente contra algunos tipos de insectos como los mosquitos o las avispas. Las más recomendadas en este caso son: lavanda, menta, tomillo, citronela, eucalipto o albahaca. Prueba a plantar alguna de ellas en casa o utilízalas en forma de aceites esenciales.
Por último, una de las especias que resulta bastante desagradable para las moscas es el ajo. Así, «puedes ahuyentarlas rociando aceite de ajo o, simplemente, colocarlos en recipientes por los lugares por los que suelan estar», añaden.