A veces la realidad supera la ficción. Al menos, resulta mucho más dura, a tenor historias como la que se ha viralizado en las redes sociales tras llamar la atención de algunos medios de comunicación.
Nuestro pequeño y simpático protagonista se llama Simba y su padre, Mufasa. Y no, por desgracia no son los protagonistas de una película.
Mufasa ha muerto, y no por una venganza, como ocurría en la cinta de Disney, sino por la mano del hombre. Una tragedia que ocurría en julio del año pasado, en un zoológico de Singapur.
Durante algún tiempo habían intentado emparejarlo con las hembras, pero fue imposible. Tenía un comportamiento agresivo y no lograban que se aparease con ninguna de ellas. Fue entonces cuando optaron por la inseminación artificial. Y ese fue el final para el león africano. No pudo soportar la intervención quirúrgica y murió en camilla.
Un sacrificio involuntario para dar vida a su cachorro. Simba es la cara amable de esta durísima historia.
Mientras, el pequeño, como se aprecia en las imágenes, juega y se divierte en su celda, ajeno a todo.