¿Alguna vez has buscado tu nombre en Google o en algún otro buscador de Internet? Por simple curiosidad o con algún fin en concreto, este es uno de los pasos para practicar 'egosurfing', una acción realmente recomendada por los expertos en ciberseguridad para proteger nuestra privacidad en la red y saber qué tipo de información ha sido publicada, tanto si habías dado permiso como si es ilegítima.
Como recuerdan en la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI), todo aquello que publiquemos nosotros mismos o terceras personas en redes sociales, plataformas o webs permanecerá en la red. Fotos, vídeos, comentarios, documentos públicos... Toda nuestra identidad digital puede verse dañada si la privacidad se vulnera y los datos personales se filtran. Entonces, ¿cómo podemos evitarlo?
El 'egosurfing' consiste en usar las redes y los buscadores con términos de búsqueda específicos de nosotros mismos, como el nombre o el número de identidad, para encontrar información. «Se trata de una buena práctica que todos deberíamos realizar periódicamente, para saber qué se dice de nosotros, cómo se dice, quién lo dice y con qué objetivo», advierten en la OSI, dependiente del Instituto Nacional de Ciberseguridad.
¿Realmente es necesario? Sí, porque hay que recordar que Internet «es el mayor banco de información de la historia» y, aunque no lo sepamos, puede haber información nuestra circulando a la que cualquier persona puede tener acceso.
De hecho, la propia Guardia Civil ha recomendado en alguna ocasión vigilar regularmente los datos personales que pueden aparecer en Internet, buscarnos a nosotros mismos, sobre todo si hemos sido víctimas de una suplantación de identidad o si hemos facilitado información personal a una web maliciosa.
Una de las herramientas para hacer 'egosurfing' es Google Alerts, ya que podemos «configurar el envío de notificaciones a nuestro correo electrónico sobre cualquier tema que nos interese". Estos serían los pasos a seguir:
- Una vez dentro de la herramienta, hay que introducir en el espacio de búsqueda los términos sobre los que queremos recibir alertas.
- Se pueden añadir conceptos como nuestro nombre y apellidos e incluso añadiendo la ciudad en la que residimos, la dirección, el correo electrónico, el número de teléfono o el DNI.
- Para añadir estos conceptos tendremos que ponerlos entrecomillados.
- Por último, se configura la periodicidad de las notificaciones, así como el idioma o la zona geográfica.
Otra opción más sencilla y rápida es usar el buscador de Google introduciendo nuestro nombre, apellidos y otros conceptos. Además, en Google Imágenes se pueden realizar búsquedas de «fotos de nuestros perfiles o imágenes compartidas con otras personas de forma confidencial".
Una de las claves para evitar que nuestra información circule por la red de forma indebida es configurar la privacidad en las redes sociales para no exponer nuestras imágenes o comentarios a terceros. En este sentido, el 'egosurfing' puede ayudarnos a encontrar posibles perfiles que suplanten nuestra identidad.
Para ello, hay que «acceder a la web e introducir nuestro nombre completo, nombre de usuario, correo electrónico u otro dato identificativo en el buscador de la plataforma», detallan los expertos de la OSI. Lo más habitual es que no encontremos nada, aunque sí pueden aparecer publicaciones en las que hablen de nosotros.
Navegando por Internet puedes encontrar algún dato personal, una imagen o un vídeo que desconocías o que no quieras que siga en la red. Entonces, ¿qué se puede hacer si encontramos información nuestra o perfiles falsos en redes? En primer lugar, subraya la OSI, resulta imprescindible configurar las opciones de privacidad «para evitar que desconocidos puedan acceder» a nuestros perfiles.
Por otro lado, es aconsejable «gestionar cómo nuestros contactos pueden etiquetarnos en diferentes publicaciones» y, por último, denunciar a la red social para que eliminen ese contenido.
Eliminar nuestra identidad digital de la red es posible al ejercer lo que se denomina «derecho al olvido». Se trata de borrar cualquier rastro personal de Internet o, al menos, reducirlo en los buscadores. Como explican en la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), se trata de un derecho para impedir "la difusión de información personal cuando su publicación no cumple con los requisitos de adecuación y pertinencia".
Esta medida está amparada por el Reglamento General de Protección de Datos e incluye «el derecho a limitar la difusión universal e indiscriminada de datos personales en los buscadores generales cuando la información es obsoleta o ya no tiene relevancia ni interés público», añaden en la AEPD.
Tras la sentencia de mayo de 2014 emitida por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), el tratamiento de cualquier dato que realizan los buscadores está sometido a las «normas de protección de datos de la UE» y cualquier persona tiene «derecho a solicitar, bajo ciertas condiciones, que los enlaces a sus datos personales no figuren en los resultados de una búsqueda».
En este sentido, los propios motores de búsqueda pusieron a disposición de los usuarios unos formularios para ejercer este derecho:
Si a la hora de realizar esta petición no se obtiene una respuesta o no es la adecuada, el usuario puede interponer una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos, que será la institución encargada de valorar cada caso concreto.