La plancha es una de las tareas más tediosas a la hora de hacer la colada, ya que se emplea mucho tiempo y energía para dejar las diferentes prendas de ropa suaves, sin arrugas y listas para su uso.
Por ello, se pueden seguir una serie de recomendaciones durante todo el proceso de lavado y secado para, finalmente, no tener que planchar tantas prendas de ropa, tal y como indica la Organización de Consumidores y Usuarios, una forma de ahorrar, no solo tiempo, sino también dinero.
En primer lugar, lo primero que hay que hacer es seguir unos consejos para el lavado de la ropa, el punto inicial donde se comienza a arrugar. La temperatura es clave en este proceso, por lo que conviene no lavar a temperaturas muy elevadas. Es mejor utilizar lavados cortos a menos de 40ºC y con poco centrifugado (menos de 1.000 r.p.m.), siempre según la etiqueta de las prendas.
Por otro lado, las cremalleras y los botones de las prendas se deben abrochar antes de meterlas a la lavadora y, también, hay que evitar en lo posible los aditivos industriales, como los suavizantes.
Consejos a la hora de tender la ropa
A la hora de tender la ropa, hay que hacerlo en cuanto acabe el lavado. Si se deja mucho tiempo la ropa húmeda dentro de la lavadora, las arrugas serán mucho más notables y puede coger mal olor.
Antes de tender, hay que darle la vuelta a las prendas y sacudirlas para eliminar las arrugas, sobre todo, de las mangas. Después, se deben tender con pinzas, siempre en las costuras o zonas menos visibles, para que no queden marcas. Así, deben quedar bien estiradas y separadas entre sí.
Cuidados según el tipo de prendas
Las camisas, en lugar de tenderlas con pinzas, se deben colgar en perchas con los botones abrochados, tratando de dejarlas lo más estiradas posible. En cambio, los pantalones se deben tender con pinzas, sujetándolos por el dobladillo inferior.
Los jerséis y prendas de lana y punto, para que no se deformen, se deben extender sobre una superficie lisa y colocar encima una toalla húmeda. Cuando se seque, las arrugas irán desapareciendo.
Por último, las sábanas, si se tienden bien estiradas y se doblan con cuidado al recogerlas, seguramente no habrá ni que plancharlas. Al estirarlas en la cama, ya se eliminarán las arrugas que queden.
Consejos para planchar fácil y rápido
A pesar de estos trucos, hay algunas prendas de tejidos más difíciles que deben de plancharse igualmente, por lo que, antes de empezar, hay que tener en cuenta estas recomendaciones:
· Planchar sobre una superficie adecuada: lo ideal es una tabla de planchar o una mesa resistente al calor cubierta con una manta de algodón.
· Llenar la plancha con agua del grifo, a no ser que el fabricante recomiende agua desmineralizada.
· Separar las prendas según el tipo de tejido para comenzar por las que requieren una temperatura más baja, como los tejidos sintéticos.
·Comprobar que la suela de la plancha no tenga manchas y que esté perfectamente limpia para que no deje restos en la ropa.
Después de estas preparaciones, hay que proceder al planchado. Se deben seguir estas indicaciones:
· Planchar cuando la ropa todavía esté un poco húmeda
· Nunca planchar la ropa con manchas, el calor las fija al tejido y pueden hacerse permanentes.
· No planchar con movimientos circulares, la tela podría estirarse y dar de sí.
Empezar a planchar por cuellos, puños y mangas.
· Terminar el planchado con el cuerpo de la prenda, siempre siguiendo la orientación de las fibras de la ropa.
· No pasar la plancha directamente por encima de botones, hebillas o cuentas de adorno, pues el calor podría deformarlos.
· Para planchar los tejidos delicados, las fibras sintéticas y la lana, hay que colocar un paño húmedo entre la plancha y prenda.
· Dejar que la ropa se enfríe bien antes de guardarla para que se evapore toda la humedad residual.