La Comisión Europea presenta este jueves una propuesta legislativa que obligaría a los fabricantes utilizar un cargador común en los dispositivos electrónicos, según ha informado un funcionario anónimo de la institución.
De llevarse a cabo, la ley implicaría que todos los desarrolladores se pusiesen de acuerdo de los puntos de carga de sus aparatos, lo cual posiblemente desembocase en puntos de carga USB Tipo C. Además, deberían conseguir que su protocolo de software para carga rápida también fuese operable en distintas marcas y dispositivos.
Según parece, esta propuesta afecta no solo a los móviles, sino también a las tablets, los auriculares, las cámaras y los altavoces. No obstante, estas reglas no se aplicarán a los libros electrónicos ni a los cargadores inalámbricos.
El principal afectado de esta nueva legislación sería Apple, que de momento había frenado los intentos de la Unión Europea de estandarizar los cargadores. La excusa que ponen es que la universalidad de los puntos de carga dificulta la innovación.
“No armonizarán todos los cargadores directamente, sino que armonizarán los puntos de carga de los dispositivos”, ha aclarado el funcionario.
Sin embargo, esta nueva legislación traerá consigo otras implicaciones, como el hecho de que los fabricantes deberán dejar de vender un cargador con cada nuevo móvil. Esta medida sería ideal para que los consumidores usen su cargador anterior y se reduzcan los desechos electrónicos.
En un principio, la fuente asegura que la Comisión Europea pretende adoptar su propuesta con vistas al 2022. Asimismo, informa que la institución dotará a los países miembros un año para transponerla a la legislación nacional.
Según el funcionario, los fabricantes contarán con otro año para poner en práctica dicha legislación. Por lo tanto, comenta “debería estar en su lugar a mediados de 2024”.