Desde que hace cinco años Ismael recibió un doble trasplante de pulmón, su vida dio un giro radical, pero no sólo en calidad de vida, sino porque decidió dar a conocer su historia de éxito, animar a la donación y alentar a futuros trasplantados porque "por muy grave que sea la enfermedad, todo puede salir bien".
Ismael Mayor, 43 años, periodista deportivo en radio Alcoy de la Cadena Ser, se convirtió esta semana, en la XVII reunión nacional de coordinadores de trasplantes de Zaragoza, en referente, y quiso dejar claro ante los asistentes, expertos y colegas de profesión, que "la única cosa que le da sentido a la muerte es la donación de órganos" porque los trasplantes son vida "y donar el acto más bonito, más allá de las creencias".
Con una fibrosis quística de nacimiento que fue dañando progresivamente sus pulmones, Ismael llegó a la veintena con un 26% de capacidad y con aprensión a las espirometrías que medían la cantidad de aire que podía retener en los pulmones, y que cada vez le daban peor pronóstico, acercándole inexorablemente a la lista de espera para el trasplante.
Trasplante que llegó en septiembre de 2016. Ismael recuerda que cuando salía de la radio le llamaron del hospital La Fe de Valencia donde había dos pulmones esperándole: "Sin prisa pero sin pausa", le dijo entonces el médico. Ese mismo día entró en quirófano.
La operación fue un éxito y el postoperatorio le supuso apenas mes y medio en el hospital, un tiempo en el que estuvo centrado en la rehabilitación y en dar potencia a unos pulmones que al principio se resistían porque todo necesita un proceso "y hay que aprender a usarlos", le dijeron los médicos.
Ahora su capacidad pulmonar supera el 96%, un porcentaje que le coloca en la normalidad absoluta.
En este tiempo, Ismael se ha dado cuenta de que la enfermedad le ha traído mucha empatía. "Al principio piensas que estás solo, pero en ninguna enfermedad lo estás, tampoco en esta".
En la Comunidad Valenciana, Ismael ha encontrado una asociación de Fibrosis Quística que ha sido vital en su recuperación física y anímica, pero también un grupo de Whatsapp, "Los Pulmonitos", nombre con el que hacen honor al monito solidario, mascota de la fibrosis quística.
Así que entre los colegas del chat que conoció en las sesiones de rehabilitación, la asociación de FQ y las charlas que ha dado en este tiempo para concienciar de que "donar importa", Ismael ha apostado por la solidaridad, que ha culminado con un libro, El trasplante, mi segunda oportunidad, en el que cuenta su historia con una dedicatoria a los donantes y, en especial, a ese desconocido o desconocida que le dio sus pulmones y más tiempo de vida.
En este congreso, Ismael ha dicho sentirse emocionado "porque ves cómo enfermos de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) quieren donar sus órganos porque entienden que si esta enfermedad les ha ganado la partida, quieren que otros se beneficien de ello".
"Es un acto de generosidad increíble" continúa Ismael y, en honor a esa persona que le donó sus órganos y nunca conocerá, mima sus pulmones, toma los medicamentos y sigue todas las recomendaciones médicas para poder decirle al donante que su acto "ha valido la pena".