Las manchas solares son puntos oscuros que se aprecian en la superficie del Sol como consecuencia del flujo de cargas eléctricas del plasma del Sol, que se concentran antes de romperse repentinamente y liberar energía, las conocidas como erupciones solares. Un equipo de astrónomos ha observado recientemente el crecimiento una de estas manchas, llamada AR3038, que ha duplicado su diámetro en cuestión de 24 horas y tiene un tamaño de hasta 2,5 veces el de la Tierra.
Según recoge Spaceweather.com, esta mancha solar dobló su tamaño entre el 19 y 20 de junio. "Es enorme. La mancha solar de rápido crecimiento se ha duplicado en tamaño en solo 24 horas", alertan desde esta web que se encarga de rastrear erupciones solares, tormentas geomagnéticas y otros eventos climáticos.
Asimismo, la mancha AR3038 "tiene un campo magnético 'beta-gamma' inestable que alberga energía para erupciones solares de clase M, y está directamente frente a la Tierra".
No sería la primera vez que una gran llamarada solar golpea la atmósfera del planeta. Cuando esto se produce, los rayos X y la radiación ultravioleta de la erupción crean el llamado apagón de radio, que se clasifica de R1 a R5 según la gravedad. Por ejemplo, en los meses de abril y mayo hubo dos erupciones solares que causaron apagones R3 sobre el Atlántico, Australia y Asia, informa Live Science.
En el caso de esta mancha solar que apunta hacia la Tierra, las llamaradas solares que produciría serían de clase M, las más comunes, que "generalmente causan breves apagones de radio que afectan las regiones polares de la Tierra", así como tormentas de radiación menores, según explican desde la Agencia Espacial Europea (ESA).
Junto a estas erupciones, las manchas solares también pueden arrojar al espacio material procedente del Sol, pero que es absorbido por el campo magnético de la Tierra y desencadena tormentas geomagnéticas. En este sentido, los científicos han advertido sobre las tormentas geomagnéticas más extremas, que incluso podrían paralizar internet.