La Unidad de Intervención de la Policía Nacional ha tenido que actuar este domingo en una céntrica calle de Santander por "un primer conato" de pelea entre los hinchas del Racing de Santander y del Real Oviedo, que se han lanzado piedras y diverso mobiliario de la zona.
Según informan fuentes de la Delegación del Gobierno, los aficionados del Racing fueron a buscar a los del Oviedo con piedras.
Señales de tráfico, mesas, sillas y bengalas se han lanzando unos a otros durante estos disturbios, que han tenido lugar en la calle de Peña Herbosa, una de las más frecuentadas en Santander por concentrar gran número de bares y restaurantes.
Los altercados no se han cobrado ni heridos ni detenidos, añaden las mismas fuentes.
La Policía conducirá a los aficionados del Oviedo hasta Los Campos de Sport de El Sardinero para evitar nuevos disturbios antes del partido que disputarán el Racing y los azulones, declarado de alto riesgo por la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte.
La afición del Real Oviedo se vio sorprendida por un grupo reducido de ultras del Racing de Santander que irrumpieron en la calle donde estaba aglutinada la mayor parte de los seguidores visitantes, que se refugiaron en los establecimientos hosteleros para evitar un lluvia de bengalas y sillas que duró sólo unos minutos, los que tardó en intervenir la policía.
Un grupo reducido de ultras del Racing, ataviados de negro y con pasamontañas la mayoría, irrumpieron en la calle por uno de los extremos de la misma y comenzaron un lanzamiento de sillas, mesas y bengalas que acabó con varias personas con cortes, quemaduras y magulladuras, también trabajadores de los propios establecimientos que en ese momento se encontraban atendiendo en las terrazas.
Tras la sorpresa inicial, algunos aficionados azules respondieron de igual manera al lanzamientos de objetos pero fue la intervención de la policía minutos después la que puso fin al incidente, sucedido al poco de llegar la afición carbayona a la zona y para estupor de todos los presentes, entre los que había también niños y seguidores de avanzada edad que afirmaron haber visto volar también piedras.