Estas fiestas están siendo difíciles para la familia de Edwin Arrieta que, desde Colombia, recordarán al médico asesinado por Daniel Sancho. Estos están siendo los días más difíciles del año porque, como se sabe, los Arrieta son católicos y viven estas fechas con total fervor.
Su situación es límite. A la dificultad de tratar de recuperarse de la muerte atroz de Edwin se suma ahora la agónica situación económica que atraviesan. Ya no saben qué hacer ni a quién recurrir para poder sortear tanto dolor ni cómo calmar la necesidad dineraria.
Desde la defensa de Sancho se insiste en que todos los pasos que se siguen se están dando de acuerdo a la legislación vigente tailandesa y que, por lo tanto, no hay nada que reprochar ni legalmente ni moralmente puesto que no se han negado a pagar la indemnización de poco más de cien mil euros pero que la misma deberá entregarse cuando la sentencia sea firme.
Desde el entorno más próximo al reo creen que es más que probable que, tras la presentación del último recurso, se permita trasladarle a España para que cumpla condena aquí. Según ha podido saber 20minutos, la defensa de Daniel está poniendo especial hincapié en los errores que, según ellos, se cometieron durante la investigación en un intento, a la desesperada, de poder solicitar la nulidad del procedimiento.
Rodolfo Sancho sigue confiando en que el futuro será favorable para su hijo mientras que Silvia Bronchalo, apartada, ha construido un muro totalmente infranqueable. Desde su trinchera ha declarado la guerra a la prensa y no esconde su malestar, pues está totalmente convencida de que en el devenir penitenciario de su hijo ha influido el impacto mediático.
En conversaciones espontáneas Silvia compara el caso de su hijo con el de otros y señala abiertamente a periodistas, presentadores y contertulianos. Un dolor comprensible y que evidencia lo traumático de la situación: ellos, la familia de Sancho, también son víctimas de este brutal crimen.
... acercar a los presos de ETA a Euskadi no, que son unos monstruos, dicen... pero este guaperas hijo de papá ya ha conseguido su particular síndrome de Estocolmo con una parte importante de los medios afines a las revistas del hígado, para que venga a pasar su pena en su particular jaula de oro en su país... no me extrañaría que acabase en arresto domiciliario en su casa, a cuerpo de rey...