La asociación Nofumadores insta a todos los ayuntamientos costeros a que «actúen con firmeza» y sancionen por fumar en los arenales usando la ley de residuos. Por ello, piden que se aprueben ordenanzas municipales «claras», con «sanciones ejemplares» que no solo disuadan a los infractores, sino que «generen una verdadera cultura de respeto y salud pública».
«La realidad es que a los incívicos solo les duele el bolsillo. Igual que ocurrió con el uso obligatorio del casco, el cinturón de seguridad o las multas por exceso de velocidad, las sanciones tienen un gran poder educativo», ha afirmado la presidenta de Nofumadores.org, Raquel Fernández.
La asociación recuerda que España acaba de superar en 2025 las 897 playas declaradas libres de humo, cifra que incluye las costas gestionadas por comunidades autónomas y municipios que han adoptado la iniciativa «Playas sin humo». «En una década, España ha pasado de las pioneras 15 primeras playas sin humo a que el 30 por ciento de los arenales tengan algún tipo de recomendación o incluso ordenanzas que prohíben y penalizan su consumo», destaca la asociación.
Nofumadores prepara un censo y mapa anual con playas y piscinas libres de tabaco y vapers, mostrando el crecimiento de la iniciativa en toda la costa española. Desde la aprobación de la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, los ayuntamientos cuentan con una herramienta legal para luchar contra el tabaquismo en las playas, ya que el artículo 18 permite aprobar ordenanzas que prohíban fumar y sancionar a quienes no cumplan.
Nofumadores señala que el programa «Playas sin Humo» funciona de forma desigual según la comunidad autónoma, pues depende del compromiso político y normativo de cada gobierno regional. En comunidades como Galicia, Comunidad Valenciana, Baleares, Canarias, Andalucía y Murcia, son las consejerías de Sanidad o Medio Ambiente las que impulsan campañas voluntarias para los municipios costeros, ofreciendo señalización, respaldo institucional y presencia en webs oficiales de turismo.
«Aunque en la mayoría de regiones la participación sigue siendo voluntaria y no conlleva sanciones, comunidades como Cantabria han legislado para declarar todas sus playas como espacios libres de humo y colillas, habilitando mecanismos sancionadores», añade la asociación.
La presidenta de Nofumadores.org reclama que el programa europeo de «Banderas Azules» no otorgue esta distinción a playas donde se permita fumar. «Resulta incoherente que un galardón que premia la sostenibilidad se conceda a arenales donde se arrojan colillas», destaca.
Además, recuerdan que el humo compromete la calidad del aire y la experiencia de los usuarios, incluidos los niños. «Pedimos que la prohibición del tabaco y del vapeo sea un criterio imprescindible para este distintivo», señalan.
Se estima que en España se consumen cerca de 32.800 millones de cigarrillos al año, de los cuales un 15 % acaban en las playas. Estudios calculan que cada colilla puede contaminar entre 8 y 10 litros de agua de mar (hasta 50 en agua dulce).
«Estos filtros liberan metales pesados como plomo o zinc, provocando bioacumulación tóxica en organismos marinos y mortalidad del 50 % de peces en pocas horas», explican.
Por otro lado, indican que los vapers desechables se han convertido en una fuente emergente de contaminación: «Contienen plásticos de un solo uso, baterías con riesgo térmico, metales pesados y ya están poblando playas y entornos urbanos».
Es un sinsentido que se siga dejando fumar al aire libre: las playas están llenas de colillas, en las terrazas te tragas el humo del cigarrillo del vecino mientras intentas comerte tu tapa y en una isla como Menorca ya hemos tenido algún susto porque se siguen tirando colillas por las ventanillas.