Aunque las probabilidades de ganar jugando a piedra, papel o tijera son de un tercio (un 33,3%), existen estrategias respaldadas por la ciencia que ponen contra las cuerdas las predicciones del azar. Un equipo de investigadores en neurociencia cognitiva de la Universidad de Western Sydney (Australia) ha estudiado este conocido juego para tratar de dar con la tecla y encontrar la mejor fórmula para ganar varias rondas y su conclusión es clara: la clave está en ser lo más aleatorio e impredecible posible y no prestar atención a lo que sucedió en la ronda anterior.
Según indican en un artículo que firman The Conversation, los investigadores llevaron a cabo un experimento en el que pusieron a varias personas a jugar 15.000 partidas de piedra, papel o tijera mientras se registraba su actividad cerebral. Los resultados de este estudio fueron publicados en la revista Social Cognitive and Affective Neuroscience, y revelaron que quienes se dejaban influenciar por las rondas anteriores tendían a perder con mayor frecuencia.
Asimismo, explican, "demostramos que a las personas les cuesta ser realmente aleatorias, y podemos discernir diversos sesgos y comportamientos a partir de su actividad cerebral cuando toman decisiones durante una competición".
En su caso, emplearon el método del hiperescaneo para observar durante la interacción de dos o más personas "la toma de decisiones durante la competición, donde la imprevisibilidad puede otorgar una ventaja competitiva, como en el juego de piedra, papel o tijera".
Para ello, registraron simultáneamente la actividad cerebral de parejas de jugadores mientras participaban en 480 rondas de piedra, papel o tijera en un ordenador.
De las 15.000 rondas totales jugadas, los investigadores descubrieron que los jugadores no eran buenos para ser impredecibles al decidir qué opción jugar a continuación. "Aunque la mejor estrategia es la aleatoriedad, la mayoría de las personas mostraron una clara preferencia, jugando en exceso con una de las opciones. Más de la mitad de los jugadores se inclinaron por 'piedra', seguidos de 'papel', mientras que 'tijera' fue la opción menos popular", detallan.
Asimismo, los jugadores tendían a evitar repetir sus elecciones, y con mayor frecuencia elegían una opción diferente en la siguiente ronda de la que cabría esperar por azar, añaden los investigadores.
"Al intentar ser impredecibles, no es útil basarse en resultados anteriores. Solo quienes perdieron la partida tenían información sobre la anterior; quienes ganaron no. Esto significa que depender demasiado de los resultados pasados perjudica la estrategia", apuntan.
El estudio pone de manifiesto que las personas intentan predecir el futuro basándose en resultados pasados, "incluso cuando esto puede ser contraproducente". Según los investigadores, "una buena conclusión es que quienes dejan de sobreanalizar el pasado tienen más probabilidades de éxito en el futuro".