La temporada navideña en España ha experimentado una transformación radical en los últimos años, especialmente en lo que respecta a los códigos de vestimenta. Si bien muchos españoles aún mantienen la tradición de lucir sus mejores galas durante las celebraciones familiares, una nueva tendencia está ganando terreno: festejar en pijama. Este fenómeno, que comenzó como una práctica minoritaria, ha cobrado fuerza significativa durante el 2024 y promete consolidarse en estas navidades de 2025.
Según la doctora Ana Aranda, especialista en psicología social, esta evolución refleja un cambio generacional profundo en la forma de entender las festividades. «Despedir el año en pijama se ha convertido en una celebración divertida entre amigos e incluso en familia», explica a través de un estudio reciente que analiza las nuevas dinámicas sociales en fechas señaladas. Este cambio está siendo impulsado principalmente por los últimos 'millennials' y la Generación Z, quienes buscan desafiar las convenciones establecidas.
Andrea, una joven española perteneciente a la franja más adulta de la Generación Z, confirma esta tendencia al relatar cómo ha decidido convocar a su círculo más cercano para una cena de Nochevieja en casa donde el código de vestimenta será «un pijama navideño». Este cambio no responde necesariamente a una cuestión de edad o rechazo a lo tradicional, sino más bien a un deseo de variedad y diversión en la forma de celebrar.
El auge de los pijamas navideños
Las cifras de ventas no mienten. Tras el 'Black Friday' de noviembre de 2024, numerosas tiendas reportaron agotamiento de existencias en pijamas temáticos navideños. Este fenómeno comercial ha sido tan notable que grandes marcas internacionales y cadenas de moda rápida han ampliado considerablemente sus colecciones para la temporada 2025-2026. Skims, la reconocida marca de Kim Kardashian, ha apostado por diseños con camisetas cortas y estampados de renos. Por su parte, firmas como H&M y Kiabi se han sumado a esta tendencia con propuestas que van desde lazos y estrellas de nieve hasta personajes emblemáticos como el Grinch. Lefties, que comenzó tímidamente con esta línea hace unos años, ha ampliado significativamente su oferta ante el éxito obtenido, incorporando diseños con perros caracterizados como Papa Noel y conjuntos abrigados con capuchas de reno.
El comercio electrónico también refleja esta tendencia. En plataformas como Amazon, los pijamas con motivos de árboles navideños y estrellas de hielo se han convertido en uno de los productos más buscados para estas fechas. Según datos de la Asociación Española de Comercio Electrónico, las búsquedas relacionadas con «pijamas navideños» aumentaron un 78% en diciembre de 2024 respecto al mismo período del año anterior.
Elegancia renovada para quienes mantienen la tradición
A pesar del auge de lo informal, el mercado de la moda festiva sigue muy vivo. Expertos del sector señalan que existe una clara polarización en los hábitos de consumo durante estas fechas. «Se mantiene el vínculo a la familia, se vista o no de fiesta. Se quiere mantener la tradición y al mismo tiempo desmitificar. Todo es válido, y el cambio va a depender de la experiencia personal», explica la doctora Aranda. Para quienes optan por la elegancia, las propuestas de esta temporada 2025 combinan sofisticación y comodidad. El diseñador francés Ludovic de Saint Sernin ha lanzado una colección cápsula para Zara donde destacan los vestidos de tirantes plateados y piezas con toques rockeros en cuero con tachuelas. Estas creaciones responden a un nuevo concepto de elegancia donde prima la libertad de movimiento sin renunciar al glamour.
Elisabetta Franchi también se ha sumado a esta filosofía con diseños que equilibran sofisticación y practicidad. Entre sus propuestas más destacadas se encuentra un vestido mini adornado con brillantes que imitan la piel de cocodrilo en negro, así como conjuntos informales en blanco que combinan jerséis con faldas tubo de efecto piel sintética.
El significado social detrás del cambio
Más allá de la moda, este fenómeno tiene profundas raíces sociológicas. Según un estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid en 2024, el 62% de los jóvenes españoles entre 18 y 35 años considera que las tradiciones navideñas deben evolucionar para adaptarse a nuevos valores como la comodidad, la autenticidad y la sostenibilidad. «Demostrar la pertenencia al grupo es la clave de la Navidad», explica Ana Aranda, «pero ahora se busca un punto de diversión que antes no existía porque prevalecía la tradición». Esta búsqueda de diversión y desenfado está redefiniendo el concepto mismo de celebración colectiva, especialmente entre amigos, donde la presión social por cumplir con determinados códigos estéticos es menor.
Los sociólogos apuntan que esta tendencia también refleja cambios más amplios en la sociedad española. La pandemia de COVID-19 aceleró la valoración del confort en el hogar, y muchos jóvenes han incorporado esta filosofía a sus celebraciones, desdibujando las fronteras entre lo festivo y lo cotidiano. Los expertos en tendencias anticipan que este fenómeno continuará evolucionando. Para la temporada 2026-2027, se espera que las marcas desarrollen propuestas híbridas que combinen comodidad y elegancia de formas innovadoras. «Estamos presenciando el nacimiento de una nueva tradición», afirma Cristina Martínez, analista de mercado especializada en moda festiva.
Las grandes cadenas ya están trabajando en lo que denominan «elegancia confortable», una categoría que incluye prendas con apariencia sofisticada pero confeccionadas con materiales elásticos y adaptables. Estos diseños buscan satisfacer a quienes desean mantener cierta formalidad sin renunciar a la comodidad. En el otro extremo, diseñadores como Glenn Martens para Diesel han optado por mantener propuestas atrevidas y poco convencionales, con vestidos ceñidos en estampados florales abstractos que desafían abiertamente la tradicional sobriedad de las prendas navideñas de alta costura.
Sea cual sea la opción elegida, lo cierto es que la Navidad en España ya no está sujeta a un único código de vestimenta. La diversidad de propuestas refleja una sociedad en transformación, donde las nuevas generaciones reinterpretan las tradiciones sin necesariamente abandonarlas, sino adaptándolas a sus propios valores y formas de entender la celebración.
... es de cajón... los estirados que entendían la cena de navidad como la prolongación de un acto litúrgico confesional, y por tanto de algo que era estricto por respetable, constreñido por serio, de ir mudado con traje y corbata, estricto código de vestimenta y actitud respetuosa, han caído en desuso por el auge de la sociedad hedonista que viene empujando... las tradiciones MUTAN, la religión coercitiva ya no asusta a nadie, nos queremos divertir a nuestra manera, y se mantienen unos aspectos de las fiestas mientras mutan otras... y no pasa nada... lo que es triste es que las grandes empresas siempre estén ahí para intentar meter la cuchara en nuestro afán consumista... yo las navidades pasadas estuve vestido de GRINCH y me lo pasé muy bien... este año repetiré, no hay nada como la comodidad mezclada con el activismo...