Investigadores del Future Interfaces Group (FIG) han desarrollado una pantalla plana háptica capaz de crear botones reales de forma instantánea y con capacidad de adaptarse a las funciones que esté mostrando la pantalla gracias a un sistema de burbujas electroosmóticas, combinando así la pantalla plana táctil con botones pulsables.
Los investigadores, Craig Shultz y Chris Harrison, del FIG, de la universidad de Carnegie Mellon (Pittsburgh, Estados Unidos), han estado trabajando en tecnologías de visualización hápticas de cara a conseguir avances en las interfaces táctiles, ya sea con o sin pantalla, dado que están "omnipresentes en el mundo moderno".
En este sentido, tal y como señala el Future Interfaces Group en su página web, los investigadores han creado un nuevo tipo de pantalla que cambia la forma de su relieve utilizando bombas electroosmóticas integradas (EEOP, por sus siglas en inglés).
Estas bombas emergen en la superficie táctil o pantalla en forma de burbuja de forma controlada, en base a la función para la que se hayan configurado, consiguiendo un grosor de alrededor de 1,5 milímetros de altura y entre 2 y 10 milímetros de diámetro.
La forma de conseguir burbujas es a través del flujo electroosmótico, que se define como el movimiento de un fluido a través de un conducto con un diámetro muy reducido cuando se aplica un campo eléctrico a su alrededor. Es decir, las burbujas emergen aplicando voltaje a conciencia que, a su vez, mueve el líquido que se encuentra bajo la superficie de la pantalla haciendo que esta se hinche en determinados puntos.
El voltaje es capaz de movilizar el fluido en tan solo un segundo y, para actuar como un botón, ofrece resistencia a la presión habitual del tacto en interacciones normales. Para ello, según detallan los desarrolladores, es capaz de generar presiones de alrededor de 50kPa.
Esta tecnología hace que pueda incluirse en los dispositivos en una placa de menos de 5 milímetros, por lo que no ampliaría notablemente su grosor. Asimismo, tiene un peso que no alcanza los 40 gramos.
Todo ello lo hace una tecnología versátil cuya utilidad se puede aplicar en prácticamente cualquier dispositivo y para muchas funciones distintas. Una de estas funciones, tal y como muestran los investigadores en un vídeo ilustrativo, es la de integrar esta tecnología en una pantalla OLED flexible para un 'smartphone' o tableta planos. En este sentido, la pantalla sería capaz de crear en un segundo los botones de un teclado a la hora de mandar un WhatsApp, por ejemplo.
Según ilustran los investigadores, también se puede cambiar rápidamente a botones para funciones específicas mostrando su silueta, como el de encendido y apagado o con forma de 'reproducir' y 'pausar', para controlar la reproducción de contenido. Incluso, puede hacer aparecer en relieve un 'emoji', números o texturas.
Otra utilidad es la de remarcar notificaciones cuando aparecen en pantalla con una burbuja que bombea o, igualmente, resaltar el icono de una 'app' de la misma forma cuando requiere algún tipo de interacción.