Pokémon Go sigue teniendo adeptos, algunos, además, dispuestos a viajar a otras ciudades y países para conocer gente y nuevos lugares y, por su puesto, cazar muchos pokémon, como ha demostrado el paso por Madrid del Go Fest.
El festival Pokémon ha reunido a entrenadores de todas las edades en el enclave principal de su celebración, el Parque Juan Carlos I, donde ya desde primera hora del viernes 14 de junio -la primera de tres jornadas- han acudido grupos de amigos, familias y personas que aun yendo solas no han requerido perderse la oportunidad vivir este evento que recala por primera vez en España.
En Go Fest se tiene la oportunidad de cazar muchos pokémon, algunos salvajes y otros tras derrotarlos en incursiones, algo a lo que sin duda ayuda la gran afluencia de gente que, parapetada bajo las sombras de los olivos que pueblan en parque, se unía en grupos para reducir a estos poderosos oponentes.
El atractivo de este encuentro está en la posibilidad de conseguir pokémon nuevos, poco habituales o diferentes, como los unown y Klefki, las versiones variocolor (con un color diferente al habitual) y las que tienen una característica especial, como Lapras con bufanda, o que debutan en el juego, como ha sido el caso de Marshadow con una investigación especial.
También ha sido posible capturar a Pikachu y Eevee con coronas con motivos de la luna y el sol, debido a que el evento en sí también se ha dedicado a la llegada de las fusiones a Pokémon Go, con Necrozma como protagonista. Este, que podía conseguirse en las incursiones, puede fusionarse con Solgaleo para crear un Necrozma Melena Crepuscular o con Lunala para Necrozma Alas del Alba.
También se ha instalado un campo de batalla que ha permitido a los entrenadores medir la fuerza de sus equipos pokémon en combates de uno contra uno, y conseguir recompensas.
No todo es la pantalla del móvil
Como encuentro en persona que es el Go Fest, no todo puede hacerse o conseguirse estando pendiente de la pantalla del móvil. El parque se ha convertido en un minimundo pokémon, que anima a recorrerlo prácticamente entero para descubrir sus secretos.
Por ejemplo, Pokémon y Eevee han tenido pases a lo largo de los tres días para que los entrenadores pudieran hacerse una foto con ellos, y en distintos puntos del parque se han instalado hinchables de algunos pokémon, como pichu, Snorlax o Blastoise, con los que también era posible fotografiarse, y, de hecho, había personal del evento estratégicamente situado para ello.
En algunos puntos se han preparado concursos, que por responder correctamente a una pregunta o participar en alguna actividad, entregaba premios, como pines o llaveros exclusivos de este Go Fest. En la zona de Niantic Neighborhood también habían preparado el espacio para que los entrenadores se sacaran un vídeo corto y una foto en los que se incluían dos pokémon.
También se ha incentivado la actividad física -por si recorrer el parque de arriba abajo no fuera suficiente- con una zona dedicada al fútbol, en la que se podía chutar a portería y ganar un premio. Este espacio también ha permitido conocer en persona a Gaizka Mendieta, Fernando Morientes y Vicky Losada.
Sol, calor y sombra
El sol y el calor han acompañado a los entrenadores en las tres jornadas del Pokémon Go Fest, por lo que una botella de agua, protector solar, ropa cómoda y una gorra o un paraguas han sido los mejores aliados para completar con éxito esta aventura.
Niantic ha sido previsor y para ayudar a los entrenadores ha instalado a lo largo del recinto varias carpas con mesas y bancos para reponer fuerzas y puntos de rellenado de botellas con agua bien fría, que se unían a las fuentes de parques para que cualquiera pudiera refrescarse cuando lo necesitara.
También puntos de recarga de batería, bajo la forma de poképaradas, con distintos tipos de cargador para los despistados que no hubieran cogido su propio cable ni hubieran preparado una o varias baterías externas. Porque el juego, aunque no usa muchos datos móviles, sí consumo mucha energía, y entre el uso intensivo y el calor, era fácil acabar con el teléfono apagado. Eso sí, para la próxima vez, no estaría mal que se instalaran bajo una sombrilla, para no achicharrarse al sol mientras se intenta revivir la batería.
Tampoco ha faltado una zona de 'foodtrucks' -si bien se podía llevar comida de fuera- y se han instalado varios puestos de baños portátiles y una carpa para comprar material promocional de esta franquicia, donde podían adquirirse peluches, calcetines, pines, camiseta y sudaderas, entre otros productos -con precios más bien elevados-, algunos exclusivos del Go Fest de Madrid.
Impresiones
Después de ocho años, habrá quien piense que Pokémon Go quedó atrás, pero eventos como este demuestran que todavía hay gente que juega, aunque sea de manera puntual, y que hay ganas de participar en encuentros en persona. En Portaltic hemos tenido la oportunidad de unirnos a este festival y participar como uno más.
Algo a destacar es que el parque no se ha cerrado para el Go Fest; cualquier persona podía ir a pasear por este espacio verde, y de hecho hubo zonas, como la que está próxima a la entrada desde la Avda. Logroño, que no tenían gran actividad relacionada con el juego y podían verse celebraciones de cumpleaños y personas paseando o corriendo o simplemente sentadas en el césped.
El festival solo se activaba en la cuenta de Pokemón Go de quien hubiese comprado la entrada, lo que significa que un curioso sin la entrada tampoco ha visto nada del evento aun teniendo el juego, aparte de la decoración instalada por Niantic. Pero podía participar en la celebración, haciéndose fotos o yendo a la tienda de productos promocionales, si quería.
Inicialmente, es un evento caro. La entrada por cuenta para participar en el Parque tenía un precio de 32 euros, y solo se podía elegir turno de mañana o de tarde, dentro de los tres días que ha durado. En el cambio de uno a otro, que vino muy bien para comer y descansar un poco a la sombra, el juego se quedó vacío, mostrando solo el mapa del parque y poco más.
Pese a ello, mucha gente por todas partes, familias, parejas, grupos de amigos y algún que otro aventurero solitario de Madrid, de España y de fuera, todos ellos pendientes de sus pantallas en el turno que habían elegido.
Quizá la experiencia pide el día entero, porque entre el calor, las incursiones, la promesa de conseguir variocolor y las distancias, un turno solo no es suficiente para sacarle el máximo partido. No obstante, el festival seguía en Madrid, donde se prepararon varias rutas con las que, además de cazar pokémon, se podía visitar un poco mejor la ciudad.
También nos ha llamado la atención que, pese a la gran cantidad de gente allí reunida, sobre todo en la calle central del parque, no ha habido problemas con las colas para acceder a las actividades paralelas, ni más dramas que las quejas por quedarse sin batería o sin espacio para seguir almacenando pokémon, siendo, en general, una experiencia tranquila.
En definitiva, Pokémon Go Fest ha pasado por Madrid demostrando nadie se resiste a sacarse una foto con Pikachu o con Eevee, y que los videojuegos no se limitan a una pantalla en una habitación desordenada y a oscuras, sino que pueden ser el impulsor de una experiencia al aire libre y de la actividad física.