A pesar de que me considero abiertamente muy fan de Twitter, todo indica a que la red del verano va a ser Instagram.
Instagram, que fue lanzada en octubre de 2010 por Kevin Systrom y Mike Krieger, es una red social que destaca por lo visual, ya que se basa en contenido 100% audiovisual.
En sus comienzos solo podías subir fotos que habías hecho directamente con el móvil, luego pasamos a poder subir fotos del carrete, vídeos, luego stories y por último vídeo en directo.
Otra de las características que causó furor en sus comienzos era la posibilidad que ofrecía de poder pasarle filtros a la imagen, obteniendo así resultados muy atractivos.
Con los años, y la nueva tendencia de contenido efímero (que copió a Snapchat), Instagram Stories nos ofrece retransmitir en directo cualquier historia o lo que vamos haciendo durante el día. Añadiéndole esta vez texto, ubicación, un hashtag, un emoji o un dibujo realizado a pulso si tenemos mano de artista.
Instagram ha crecido hasta los 700 millones de usuarios y se considera una de las redes sociales más influyentes del momento. Esto es debido a las comunidades que se generan en torno a algunos perfiles de instagramers (también denominados igers o instabloggers).
A la hora de escoger a un instagramer para una acción con una marca, deberemos de tener en cuenta que no haya comprado interacción o seguidores, la calidad de su contenido y su audiencia.
Podemos detectar contenido que nos interesa a través de los hashtags, la ubicación y recientemente por gente que se encuentra en un perímetro cercano a nosotros.
Por poner un ejemplo contamos con más de 4,5 millones de fotos sobre Mallorca, más de un millón sobre Menorca, casi 9 millones de Eivissa y más de otro millón sobre Formentera.
Como herramientas para optimizar y medir nuestro trabajo con Instagram podemos destacar Audiense, Iconosquare, Chrome IG Story o la misma web de Instagram.