Jaime Martínez, que fuera conseller de Turisme con José Ramón Bauzá, preside desde el pasado febrero el PP de Palma y se perfila como candidato a la alcaldía. Considerado uno de los teóricos del turismo en Balears, tiene prestigio y ascendencia entre los hoteleros. Arquitecto de profesión, defiende la reindustrialización del sector turítico, la eliminación de plazas y propone cambiar hoteles por pisos.
Las crisis son una oportunidad. La pandemia ha provocado una grave situación económica, con una importante pérdida en el PIB, un incremento del paro... ¿Dónde está la oportunidad?
- En modelos como el balear hemos de ser capaces de transformar todas las amenazas que sufre nuestro sistema económico en oportunidades. Estamos ante la obligación, y ahí está la gran oportunidad, de repensar el modelo. De hecho, está sobre la mesa de debate la diversificación de la economía, del modelo turístico... Hemos de repensar sobre el futuro, pero hemos de hacerlo con rapidez. Parece que este verano podremos empezar a visualizar el futuro más inmediato. La pandemia ha cambiado muchas cosas y ha llegado el momento de plantearnos qué podemos hacer para mejorar el modelo económico y turístico.
Pues vayamos a la cuestión, ¿qué podemos hacer?
- Hemos de ser conscientes, en primer lugar, de que durante los últimos quince años hemos vivido dos crisis económicas de enorme calado. Estamos ante una situación de urgencia. Necesitamos emprender una reindustrialización de modelo turístico.
¿Cuando habla de reindustrialización se refiere a las zonas maduras o al sector en su conjunto?
- Lógicamente, del sector. El turismo necesita un replanteamiento global, una reindustrialización. En primer lugar, hemos de ser conscientes y afrontar la revolución digital que vivimos. En Balears no estamos aún aprovechando toda la potencia que tiene el mundo digital.
¿Ha llegado el momento de diversificar la economía de Balears?
- Nuestra economía es turística. Hemos de diversificar el modelo turístico. Nuestra principal actividad ha sido, es y debe seguir siendo el turismo, que es donde tenemos el conocimiento. Hemos de poner en valor nuestros valores. Debemos seguir importando turistas y exportando conocimiento. El sector privado, en este sentido, debe ser moderno. Antes, nos dedicábamos a vender camas, ahora debemos vender experiencias. El sector público, por su parte, debe dotar de herramientas al sector privado para que los productos obsoletos se transformen. Y el sector público debe también invertir. Cualquier proceso de reindustrialización necesita una inyección importante del sector público.
"Nuestra economía es turística. Hemos de diversificar el modelo turístico"
Pero cuando nos habla de reindustrialización, ¿a qué se refiere concretamente? ¿Nos está hablando del proceso de modernización de los establecimientos hoteleros, de mejorar y aumentar las instalaciones complementarias, de cerrar los más obsoletos...?
- En primer lugar, es evidente que hay que reducir la carga turística de las islas.
Perdone, ¿defiende usted que vengan menos turístas?
- Creo que hay que eliminar plazas turísticas.
Pero eso es lo contrario a la Ley Turística 8/2012 de la que usted es el autor intelectural.
- No exactamente. Creo que hay que reducir plazas turísticas. ¿Cuáles? Las que no son de calidad. Aquellas que no tienen un estándar mínimo de lo que queremos como destinación turística. Y hay que tener en cuenta que no hablamos solo de plazas hoteleras, sino también de vacacionales. Hemos de entender que hemos de diversificar en producto turístico. De esta manera, mejoraremos el bienestar de los residentes. Hay que apuntalar el sector turístico, a todos aquellos que se modernizaron al amparo de la Ley 8/2012. Durante seis años hubo una inversión superior a los 2.000 millones de euros, que se destinaron a modernizar la planta hotelera. Además, una parte importante de los establecimientos aumentaron de categoría. En todo caso, y por razones muy diversas, hay una parte de los establecimientos que son obsoletos. Estamos ante una gran oportunidad para eliminar plazas turísticas que son casi competencia desleal del sector turístico que sí se ha modernizado y que sí cuenta con los estándares de calidad que esperamos.
Es decir, que propone usted la eliminación de plazas.
- La administración ha de preparar el futuro. Este año, la actividad era casi nula y el sector, pese a que está fuerte, porque venía de unos años muy buenos, no lo ha aprovechado para acabar de modernizarse. La administración no ha dado facilidades. Estamos a tiempo, porque desgraciadamente este año será malo. Podemos redefinir, reconvertir, reconstruir... reindustrializar el sector.
¿Pero cómo propondría usted eliminar estas plazas?
- No podemos eliminar plazas y no hacer nada más. Debe planificarse.
¿No se obligará a nadie a cerrar su hotel? ¿No habrá imposiciones para eliminar estas plazas?
- No quiero identificar los activos a eliminar. Debe planificarse, no improvisarse.
Jaime, ¿pero se debe obligar a eliminar plazas?
- La administración debe ofrecer oportunidades y opciones. Si la mayoría de los establecimientos se modernizan están presionando al resto para que se reconviertan o desaparezcan. Lo que no puede pasar es que haya establecimientos que acaben cerrando y queden abandonados. Hay que que ofrecer oportunidad al que no quiere o no puede reconvertir su activo hotelero. En esta línea, por ejemplo, deberían poderse reconvertir hoteles obsoletos en viviendas. En Balears, no hay suelo urbanizable y no habrá en un futuro. Hay consenso en la necesidad de preservar el medio ambiente y reducir la presión urbanística.
Entiendo que está usted proponiendo cambiar hoteles por viviendas.
- En según que casos, sí.
"Deberían poderse reconvertir hoteles obsoletos en viviendas"
¿Y cree usted que los hoteleros lo verán bien?
- Ha de pensar que solo deberían reconvertirse en pisos los establecimientos que no se han modernizado.
Los hoteleros que no han reconvertido su establecimiento siempre tienen la opción de vender.
- Es cierto que los fondos de inversión están comprando. De todas formas, si un hotel lo compra un fondo de inversión y lo moderniza y sube de categoría, ya va bien. Es una buena opción para el modelo turístico que queremos. Pero habrá establecimientos que no son apetecibles para los fondos de inversión. Además, hay que considerar que ha aumentado la demanda de segundas residencias y de viviendas para jubilados, habitualmente europeos. Además, la planificación y el estudio podrían detectar que en alguna zona falta un determinado tipo de equipamiento. Y aquí entra la intervención pública. Y también podrían comprarse con el dinero de la ecotasa algunos establecimientos para su demolición. Y que quede claro que yo no creo en la ecotasa. Y estoy pensando, lógicamente, en establecimientos que ya no son competitivos.
Los ecologistas proponen también la demolición de hoteles...
- No estoy hablando de confiscación. El hotel debe comprarse a un precio justo.
En todo caso, es usted consciente de que poner sobre la mesa la necesidad de eliminar plazas puede hacer que el sector le mire con recelo.
- No creo que haya ninguna dificultad. El sector defiende un modelo de calidad. La limitación debe venir por la calidad, no por la prohibición.
¿Ha pasado usted de impulsar la Ley de Turismo 8/2012, que permitía aumentar las plazas turísticas y el volumen, a abogar ahora por la eliminación de plazas? ¿Fue un error?
- No. Claro que no fue un error. No es incompatible, ni mucho menos, la ley 8/2012 con querer eliminar plazas obsoletas hoy.
¿Cómo modificaría hoy la Ley de Turismo? ¿Permitiría aumentar plazas y volúmenes a los hoteles que no se han modernizado?
- Recuperaría y mejoraría algunos aspectos de la Ley 8/2012. Aparcaría la posibilidad de aumentar plazas, puesto que estamos en un momento diferente, pero ampliar volúmenes para mejorar y ofrecer nuevos servicios me parece adecuado. Hay que posibilitar que los hoteles obsoletos tengan una salida para reconvertirse en nuevos establecimientos, en pisos... En todo caso, lo que hay que hacer es acelerar los procesos y sin perder controles. Debe existir un compromiso fehaciente de las administraciones públicas con las zonas maduras.
¿Qué debe hacerse con el alquiler vacacional? ¿Tiene usted fama de estar en contra de los pequeños propietarios de pisos y apartamentos turísticos y a favor de los hoteleros?
- Cuando llegué a la Conselleria de Turismo había unas 5.000 solicitudes de vivienda vacacional paralizadas, sin resolver. Sacamos todos los expedientes que ya estaban en la Conselleria y sacamos la Ley que permite el alquiler vacacional en unifamiliares y pareados en cualquier zona de Mallorca. Lo prohibimos, en cambio, en plurifamiliares.
"No deben mezclarse usos residenciales y turísticos en un solo edificio"
De esta forma, quedaban condenados todos aquellos propietarios que desde hacía años alquilaban un apartamento durante los meses de verano.
- Nuestro sector turístico debe ser profesional, debemos defender el acceso a la vivienda. En 2015, aquellos que me criticaban en el Parlament resulta que adoptan decisiones que en muchos casos son aún más restrictivas. Debe abrirse de nuevo el debate del alquiler vacacional. Pensemos qué debemos hacer.
¿Pero debería poderse alquilar en plurifamiliares?
- No está prohibido el alquiler de temporada. Está prohibida la comercialización turística. Creo que el alquiler turístico tiene ventajas y desventajas. Hemos de decidir si los edificios plurifamiliares han de ser turísticos o no. Mezclar usos no es adecuado. No creo que encaje en el modelo turístico que debemos defender que en un mismo edificio haya usos residenciales y turísticos. Debemos diferenciar lo que es profesional de lo que no lo es, lo que es turístico de lo que no lo es.
Durante 2019 llegaron a Balears 16 millones de turistas.
- Duplicar la población durante algunos meses es poco sostenible. No tenemos las infraestructuras adecuadas. Son obsoletas incluso para la población estable. Hace falta inversión pública. Y llegados a este punto es indispensable hablar de la sostenibilidad, que ha de ser, junto a la digitalización, el gran eje del futuro.
¿El turismo puede ser sostenible?
- En general, los hoteleros apuestan por la sostenibilidad. El cambio climático es fundamental para planificar el futuro. Hemos de estar preparados para el cambio climático, puesto que las playas cambiarán, el clima variará... Defiendo que la planificación debe tener en cuenta el cambio climático. No podemos hacer un paseo marítimo si dentro de 30 años ya no servirá.
Uno de los grandes problemas es la estacionalidad. Muchos ciudadanos deben vivir todo el año con lo que son capaces de generar en seis meses.
- Podemos mejorar, pero acabar con la estacionalidad no es posible. Debemos trabajar para mejorar el modelo turístico. Hay mucho trabajo por hacer. En este sentido, la colaboración público privada es fundamental.
"Ampliar volúmenes para mejorar y ofrecer nuevos servivios me parece adecuado"
¿Otro tema de debate constante es presencia de cruceros?
- No tenemos el puerto que necesitamos. El tema de los cruceros necesita en primer lugar una gran inversión en el puerto de Palma. Ha de abrirse la ciudad al mar. Debería regularse la llegada de cruceros. Hay que negociar con las navieras. Deben venir cruceros, pero no ocho el mismo día.
El actual modelo turístico se ha relacionado con el fracaso escolar.
- Nuestros alumnos deberían salir de la formación obligatoria saliendo tres idiomas, además de los dos propios. Además, deberíamos hacer un esfuerzo para que los trabajadores de hostelería y hotelería tengan una formación adecuada. Y en este sentido, el papel de la empresa privada es fundamental. Balears debería ser un ejemplo de mano de obra cualificada. Y debería incidirse también en la Formación Profesional Dual.
¿Puede vivirse bien del turismo?
Yo creo que vivimos muy bien gracias al turismo.
Pero lo cierto es que el PIB per cápita va bajando y que cada día existen más trabajadores pobres.
Tenemos un buen convenio de hostelería, si no el mejor, uno de los mejores de España. Es cierto que hemos perdido bienestar, pero no tengo claro que la culpa sea del turismo. En todo caso, entiendo que una mayor calidad de la oferta turística repercutiría positivamente en los trabajadores.