Estamos a las puertas de una temporada excelente, con masiva llegada de turistas. Los hoteleros y también la oferta complementaria mantienen y en algunos casos incrementan los precios de 2019, que fueron excelentes. La rentabilidad, eso sí, será discreta, puesto que la inflación, que se encuentra disparada, ha provocado un aumento considerable de los costes. En este sentido, la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha incrementado un problema que ya se había manifestado con anterioridad. La temporada, además, cuenta con la dificultad añadida que supone encontrar personal cualificado o, incluso, sin la capacitación profesional más adecuada. Hoy, no es fácil encontrar trabajadores. El optimismo es superlativo, aunque no es menos cierto que la posibilidad de morir de éxito preocupa a los más responsables.
Existe unanimidad en considerar el peligro que puede suponer la masificación para Balears. El fenómeno del exceso de turistas no es culpa mía, sino tuya. Es decir, que nadie quiere asumir su parte de responsabilidad. Los hoteleros, por ejemplo, no dudan en apuntar al alquiler vacacional y a los cruceros. De esta manera, claro, es muy difícil encontrar una solución al problema. De aquellos días de pandemia, cuando todos éramos más conscientes de que la naturaleza necesita un receso, ya no queda casi nada. La sostenibilidad, la digitalización y ahora también la economía circular son términos casi vacíos, demasiado manidos y prostituidos. El Govern ha elaborado una nueva Ley del Turismo para incidir y acelerar la imprescindible transformación e incluso ha manifestado su intención de dejar atrás el turismo verde o el turismo sostenible para dar paso al turismo regenerativo. Casi nada.
El Foro de El Económico, que sirve de presentación oficial del Anuario, que se repartirá conjuntamente con Ultima Hora el próximo viernes, es un oasis de librepensamiento, un lugar de reflexión que nos permite otear el horizonte sin tapujos ni compromisos. Un año más, el Foro ha sido un lugar de encuentro imprescindible, una cita ineludible. Y el Anuario se ha convertido en una herramienta fundamental para comprender y analizar el pasado, al tiempo que se encara el futuro. El Anuario cuenta con multitud de cifras y estadísticas, pero no puedo dejar de poner en valor la opinión de todos cuantos nos transmiten sus conocimientos adornando las páginas con sus artículos. Es el gran patrimonio del Anuario de El Económico. No es fácil contar con una nómina de articulistas tan numerosa y de tanto prestigio. Y en materias tan diversas. Estamos de enhorabuena.