La Golden Visa -ya sabes– el permiso de residencia que se otorga a extranjeros que compren inmuebles por un valor superior a 500.000 euros, parece que es el problema del alza de los precios de la vivienda. Por este motivo, el equipo de Íñigo Errejón, de Más País, ha registrado una proposición de ley para eliminar la figura incluida en nuestra normativa en 2013 por Cristóbal Montoro, el conocido ministro de Hacienda de Mariano Rajoy.
Pero ¿realmente la Golden Visa es un problema para Balears? Déjame que te dé unos datos. En la última década la Golden Visa ha servido para que cerca de 5.000 extranjeros se beneficiaran de ella en España, es decir, a un promedio de 500 solicitantes por año. La verdad es que no parece que sea mucho…
Igualmente, hay que tener en cuenta que casi la mitad de los visados dorados concedidos en España lo ha sido a ciudadanos chinos (45%) y rusos (19,6%), mientras no lo tenían vetado. Es decir, que no parece que en Balears hayamos tenido un problema real con este tema. Tal vez sea un problema para Portugal, que lo está eliminando de su normativa por lo atractivo que resulta su país para deslocalizarse, o Canadá, que tiene un problema con sus vecinos del sur, los compatriotas de Biden, al hacerle subir los precios de la vivienda por las mejores expectativas de vida que ofrece su vecino del norte.
En mi opinión, en Balears no deberíamos preocuparnos puesto que, de las más de seis mil viviendas compradas por parte de extranjeros, poco más de trescientas se hicieron para obtener la «visa» (8% del total de España). Hay que tener en cuenta que las compras totales, durante el pasado año, ascendieron en España a 650.000 viviendas -un 14% a extranjeros– aunque si nos centramos en las de más de medio millón de euros, un 9%, casi el 60% fueron realizadas por ciudadanos de la UE, que por razones obvias, no necesitan ningún tipo de visado para adquirir un inmueble o residir en España.
Por lo que vengo comentando, no creo que el alza generalizada de los precios esté relacionada, o no al menos de manera importante, con el fenómeno de la Golden Visa ni que deba estar en el punto de mira de la izquierda (ni de nadie con un mínimo de solvencia intelectual).
El problema de los jóvenes, y de sus dificultades para acceder a una vivienda, no son las pocas viviendas que se venden por un importe de más de medio «kilazo», sino por la falta de trabajo y oportunidades.