El mundo cambia a gran velocidad. Evoluciona y aparecen nuevos vectores en la industria del turismo que han de cambiarlo casi todo. Desde hace años, las novedades tecnológicas, casi sin tiempo para asentarse, quedan superadas. La popularización de las redes sociales parecía dotarnos de una herramienta fundamental para la venta y, aunque tiene su importancia, no ha desbancado, ni mucho menos, a otras formas de comercialización mucho más tradicionales.
La realidad virtual o la realidad aumentada fueron también candidatas a protagonizar la gran revolución en el turismo, pero su aplicación es, al menos de momento, más simbólica que real. Este martes, la inteligencia artificial fue protagonista de la séptima edición del Foro de El Económico. No sabemos aún cuál será el alcance real que tendrá sobre el turismo, pero no hay tecnología alguna que pueda reemplazar las sensaciones de la experiencia, de la propia vivencia. El sector turístico de Baleares debe permanecer atento a las nuevas tendencias, a los avances tecnológicos... pero la atención personalizada, cuidar con esmero al cliente y la profesionalidad de los trabajadores debería ser siempre uno de los valores añadidos de Baleares.
El turismo es una industria con multitud de fortalezas, aunque cuenta también con grandes debilidades. La masificación se perfila hoy como el gran reto de futuro, el gran peligro que puede acabar con la gallina de los huevos de oro. El sector turístico, también los hoteleros, son cada día más conscientes de la necesidad de convertir Baleares en un destino más amable para los residentes. El visitante no puede ser percibido como un intruso, como un enemigo, sino que debe recuperarse aquel viejo mensaje que convertía al turista en un amigo. Es fundamental para garantizar el futuro del turismo. El camino del decrecimiento debe llegar desde el consenso, sin imposiciones, con diálogo, pero Baleares debe volver a ser de forma inmediata un destino amable para el residente.
El Foro de El Económico se ha convertido en una cita tradicional e ineludible para los principales actores económicos, empresariales y turísticos. Es la presentación del Anuario, un compendio de estadísticas, cifras y datos, aderezadas con el punto de vista de grandes referentes de la economía balear. Es una radiografía del año, un fiel reflejo de la situación de las Islas. El Anuario es posible gracias al esfuerzo de muchos profesionales, pero hoy quisiera destacar a los diseñadores, tantas veces olvidados. El trabajo de Iñaki Oteiza, Daniela Pagliarulo y Santiago Viedma es, sin duda, fundamental.