En la cita anual con la Gala del Empresario CAEB 2023 celebrada ayer en Ibiza tuvimos la ocasión de compartir con 400 personas ese gran reto al que nos enfrentamos: el tránsito hacia un sistema turístico circular. Sin duda, un objetivo ambicioso, global e irrenunciable, que persigue aglutinar al mayor número de sectores desde el principio. Es decir, requiere la implicación de toda la sociedad, de todos nosotros.
Los empresarios de Balears, como siempre hemos hecho, estamos dispuestos a liderar una vez más este proceso transformador, un camino ilusionante pero no exento de dificultades. Al tejido empresarial balear se nos reconoce por nuestra excelencia, por estar siempre a la vanguardia, pero no nos podemos relajar. Ante nosotros se abre ya un horizonte por donde asoma el cambio de modelo económico hacia la circularidad. Una transformación que no admite dudas, que genera el mayor de los consensos.
Este gran reto, común a la mayoría de los destinos turísticos como el nuestro, tiene en Balears un segundo objetivo, no menos ambicioso, que es avanzar y recuperar la competitividad empresarial que hemos perdido. Una competitividad que hemos ido reduciendo a lo largo de los últimos 15 o 20 años, coincidiendo con las últimas dos grandes crisis globales, la financiera de 2008 y la reciente del covid. Para lograrlo es esencial apostar por la actitud, acompañada de esfuerzo y atrevimiento, pensar en grande. Actitud positiva para, de la mano de la innovación y la digitalización, acometer el gran reto que tenemos por delante.
Para afrontar esta necesaria mejora de la competitividad, la apuesta innovadora y tecnológica no se puede demorar. Como dicta nuestro ADN, queremos seguir siendo un destino competitivo, un destino líder, una economía que además de generar empleo, también mejore las condiciones de todos, trabajadores, empresarios y sociedad en general. Una economía balear que se posicione no sólo gracias al ‘sol y playa', sino que además sea capaz de diversificar la oferta turística para alargar las temporadas y tener una buena actividad también los meses de invierno.
Los cambios se suceden a un ritmo vertiginoso. Los tiempos evolucionan y las empresas también, por lo que debemos ser valientes, como lo fueron nuestros padres y como también lo están demostrando ya nuestros hijos que, con trabajo, esfuerzo e imaginación están mostrando ese camino transformador a empresas centenarias u otras recién creadas, dando un paso adelante sin saber si hay o no acantilado.
Solo así, con apuestas valientes y de forma transversal, podemos acelerar la transformación hacia el sistema turístico circular que garantice la sostenibilidad social, económica y medioambiental. Seamos proactivos, no nos conformemos con mirar al de al lado, no nos conformemos con alabar el trabajo, esfuerzo, ímpetu y actitud de los otros. Tenemos el potencial adecuado y sabemos cómo hacerlo. Necesitamos afinar la fórmula para llevarlo a cabo.