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SLNG, la revolución de la IA que habla desde Menorca

La compañía impulsa una plataforma global de voz por inteligencia artificial que ya ha levantado un total de 3,3 millones de euros en su primera ronda de financiación

Luke Miller e Ismael Ordaz son los dos socios de la compañía

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En plena fiebre del oro de la inteligencia artificial donde cada semana aparecen noticias sobre aplicaciones que nos invitan a hacer la vida más fácil, los inversores están dirigiendo su mirada hacia aquellas startups que están innovando en el terreno de la voz asociada a la IA. Ha sido precisamente en este contexto en el que una joven empresa con base operativa entre Menorca y Barcelona llamada SLNG (se pronuncia slang), acaba de protagonizar una de las operaciones más destacadas del ecosistema europeo inversor.

Con apenas dos meses de vida, ha cerrado una ronda de financiación pre-seed de 3,3 millones de euros, liderada por el fondo Earlybird VC, uno de los más activos del continente en el ámbito de la IA. Aunque la empresa tiene su sede legal en Londres, una parte del equipo técnico trabaja físicamente desde Menorca, donde residen su cofundador Luke Miller y su pareja Emma Carrés, que hace tres años decidieron instalarse en la Isla para poder estar cerca de la familia y ganar en calidad de vida. Actualmente SLNG cuenta con doce programadores repartidos por todo el país pero tras la inversión obtenida, esperan crecer hasta la veintena.

IDEA.

El propósito de SLNG es tratar de resolver las limitaciones fundamentales de la actual infraestructura de inteligencia artificial de voz, tal y como explica Luke Miller, cofundador junto a Ismael Ordaz de la compañía. «La mayoría de las plataformas están optimizadas principalmente para los idiomas más extendidos como el inglés, el español o el francés, dejando el resto de lenguas y dialectos en un segundo plano», detalla. «El caso es que los problemas de velocidad de respuesta y de residencia de datos, complican el despliegue de toda esta tecnología en muchas regiones fuera de Estados Unidos. Es por ello que los desarrolladores se ven obligados a trabajar dentro de ecosistemas cerrados y dependientes de un único proveedor, con una flexibilidad muy limitada en cuanto a costes o posibilidad de probar distintos modelos», añade.

Además, "empresas y organismos de sectores regulados, como por ejemplo la sanidad, la administración pública o las finanzas, no pueden implementar productos de voz basados en IA debido a los requisitos regulatorios de soberanía de datos que las plataformas existentes no pueden cumplir», explica Miller. A diferencia de otros proveedores tradicionales de inteligencia artificial de voz existentes, SLNG ofrece una plataforma con software libre en la que los desarrolladores podrán integrar cualquier modelo de speech-to-text, text-to-speech o clonación de voz a través de una única API. «Con esta solución, democratizaremos el acceso, facilitando un despliegue verdaderamente global mediante una infraestructura regional, haciéndolo más asequible a nivel de precio, más rápido y adaptado al cumplimiento normativo», destaca el cofundador de la empresa.

ECOSISTEMA ABIERTO.

El enfoque de SLNG es el de un ecosistema abierto que permitirá combinar modelos de código abierto sin quedar atrapados en un único proveedor, evitando implementaciones que se eternicen y ofreciendo a los programadores una flexibilidad sin precedentes para crear aplicaciones basadas en voz. El resultado es una herramienta que ya es capaz de soportar despliegues en más de 60 regiones del mundo, con especial atención a los sectores más regulados, como el sanitario o el financiero, donde la soberanía de los datos es un requisito indispensable.

SLNG acaba de recibir una ronda de financiación de 3,3 millones de dólares de la firma europea de capital riesgo Earlybird y ya trabaja en otra de entre 15 y 20 millones para los próximos meses. En este sentido, tal y como apuntan otros medios de comunicación especializados, SLNG sigue la estela de una de las grandes del sector, la británica ElevenLabs, que en total lleva ya levantados 280 millones de dólares en financiación, con una valoración que ronda los 3.300 millones.

Emma Carrés junto a Luke Miller en sus oficinas de Menorca.

La empresa trabaja físicamente desde Barcelona y Menorca, donde reside Luke Miller, un ingeniero informático de origen australiano con una amplia trayectoria en el mundo tecnológico y en la internacionalización de startups. Antes de fundar SLNG, trabajó para diversas empresas como Microsoft o Vercel, una compañía californiana especializada en infraestructura para desarrolladores web que tenia de cliente a Open AI, además de participar activamente en el ecosistema emprendedor de Barcelona, organizando eventos y ferias de empleo vinculadas al sector startup. Hace tres años decidió instalarse en Menorca junto a su pareja Emma Carrés, cuya familia reside en la Isla y está vinculada al sector textil. En 2023 adquirieron una vivienda en Sant Lluís para poder criar a sus hijos y decidieron invertir en la creación de Isla House Coworking, un espacio situado en el centro de Maó que ofrece un entorno profesional para nómadas digitales y trabajadores remotos. «Nuestro primer paso al aterrizar en la Isla fue contribuir a hacer de Menorca un destino tecnológico capaz de atraer talento internacional para poder disfrutar de la calidad de vida que aquí tenemos», detalla Emma Carrés.

LA VOZ.

Para Luke Miller, hablar con una máquina acabará sustituyendo el hecho de enviar un mensaje de texto porque la voz humana es la interfaz más natural que existe entre las personas y la tecnología. «Estamos construyendo los cimientos para que cualquiera pueda usar la voz en su sistema, desde un banco hasta una clínica, un videojuego o un servicio público. El potencial de esta tecnología es enorme», detalla. Desde asistentes virtuales que atienden en varios idiomas hasta soluciones educativas o de accesibilidad, la demanda de servicios de voz se multiplica. Pero el reto está en hacerlos globales y respetuosos con las normativas de cada país.

«El gran problema de la IA actual es la concentración», afirma. «No todo el mundo quiere que sus datos pasen por Estados Unidos. Las empresas y los gobiernos necesitan alternativas locales,» comenta. «Y para que sea universal, también tiene que hablar todos los idiomas y adaptarse a cada contexto cultural y normativo. No se trata solo de traducir palabras, sino de hacer que la inteligencia artificial escuche de verdad al usuario», señala. Con esta filosofía, SLNG se propone ofrecer soluciones de IA de voz que puedan implementarse en cualquier parte del mundo sin depender de infraestructuras estadounidenses o asiáticas. «Desde un hospital en Suiza que necesita garantizar el cumplimiento de su normativa de datos, hasta una universidad en la India que quiere ofrecer accesibilidad a través de la voz en múltiples lenguas regionales», comenta.

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