El conseller de Medio Ambiente y Movilidad, Gabriel Vicens, ha revelado que el incendio originado este domingo en la cala ibicenca de Benirràs fue provocado por una negligencia en una cueva cercana a la zona en la que se encontraban los coches estacionados y, por tanto, no fue la explosión de uno de estos vehículos lo que causó las llamas, tal como se pensó en un principio.
Por primera vez en Balears, en el suceso de Benirràs se ha declarado un nivel 2 de incendio al afectar el fuego a núcleos habitados y a una importante concentración de personas en el momento en el que se declaró.
Así, el director general de Biodiversidad, Vicens Vidal, ha explicado que cuando se decreta este nivel, la prioridad pasa a ser la seguridad de las personas por delante de la propia extinción del incendio, que a estas horas ya ha calcinado unas 400 hectáreas de superficie. De hecho, esta consideración ha propiciado que se haga especial hincapié en proteger los núcleos urbanos adyacentes y la accesibilidad de la carretera que conduce hasta la cala, lo que ha provocado que el fuego se extendiera por el flanco forestal norte de la zona.
Vidal no ha podido afirmar si el fuego estará controlado en el día de hoy, ya que depende fundamentalmente del comportamiento del viento. En caso de que éste no sea muy fuerte podría estabilizarse este martes. Los cambios del viento, el tipo de terreno, la vegetación y la meteorología (alta temperatura y baja humedad) no han favorecido las labores de extinción.
En el incendio de la citada cala, ubicada en la localidad ibicencia de Sant Joan de Labritja, están actuando 18 unidades aéreas entre aviones y helicópteros. Concretamente, cinco canadair -uno de la base del Puerto de Pollença y cuatro llegados de Torrejón-, un avión de coordinación, otro avión, un helicóptero de la Unidad Militar de Emergencias, dos más procedentes de Cuenca de la Brigada de Incendios Forestales (BRIF) del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, además de cuatro helicópteros del Govern, tres aviones y otro de vigilancia y coordinación.
Asimismo, están participando en las labores de extinción siete brigadas de la Conselleria de Medio Ambiente y Movilidad, tres vehículos con agua, la Unidad Militar de Emergencias (UME) que aporta 102 personas (una treintena de las cuales están en la línea de fuego) y ocho vehículos con agua. Además, están colaborando 18 personas de la BRIF del Ministerio y técnicos y agentes de Medio Ambiente. Entre los medios terrestres también se cuenta con siete camiones privados con agua y dos palas excavadoras.
En total, están actuando en la zona unas 300 personas -150 de las cuales trabajan en primera línea del incendio- pertenecientes a los Bomberos del Consell Insular de Eivissa, Emergencias, Protección Civil, la Guardia Civil, la Conselleria, y la UME, entre otros organismos.
El director general ha indicado que el lunes fueron desalojadas unas 60 personas que residen en la zona, si bien ha matizado que a estas alturas el número de afectados habrá incrementado.
El suceso de Benirràs, además de ser el primero en Balears en el que se ha decretado el nivel 2, pasará a formar parte de la lista de incendios más importantes del archipiélago balear, atendiendo a la superficie afectada.
Así, el peor incendio acontecido en las islas es el que se produjo en S'Alqueria (Artà) el 31 de agosto de 1992 y que afectó a un total de 2.044 hectáreas. Le sigue en superficie afectada el originado en Ses Bases (Andratx) el 1 de junio de 1994 que quemó 1.266 hectáreas; el de Sa Duaia (Artà) el 8 de octubre de 1999 que abrasó 1.112 hectáreas; el de Ca'n Canals y Son Sanxos (Artà) producido el 10 de agosto de 1994 que calcinó 901 hectáreas; el de Na Burguesa (Calvià) el 31 de julio de 1993 que afectó a 492 hectáreas; el de Ca'n Lleig y Es Bosc (Escorca) el 14 de septiembre de 1993 que incendió 473 hectáreas; y el de Son Ganxo (Manacor) el 4 de agosto de 2000 que quemó 414 hectáreas.
Incendios en Mallorca
Por otra parte, el conseller ha informado de que los incendios producidos en Mallorca están ya completamente controlados. Concretamente, en el originado en Petra, en el que todavía se está actuando a pesar de que ya está controlado, se han quemado 140 hectáreas.
El otro fuego se produjo en el entorno de S'Albufera y afectó a tres hectáreas. Vicens ha destacado la peligrosidad de este suceso, por la proximidad al Parque Natural y porque se originó a última hora de la tarde, cuando los medios aéreos ya no pueden trabajar en la zona.