El presidente del Govern, Francesc Antich, confirmó ayer tarde que el incendio originado el pasado domingo en la cala ibicenca de Benirràs está "estabilizado" y ha explicado que éste es el paso previo para que pueda ser controlado, después de que se haya establecido un perímetro de 349 hectáreas de bosque quemado.
Tras sobrevolar la zona, Antich ha reconocido que, por el momento, se desconoce cuándo podrán ser controladas las llamas, si bien se ha mostrado optimista, dado que, una vez estabilizado, ya no hay riesgo de que el incendio se extienda más allá del perímetro establecido por los 300 técnicos terrestres y 18 medios aéreos que están participando en la extinción.
Así, ha recalcado que con estos medios, ya se podrá llegar a controlar el incendio, aunque se ha mostrado prudente a la hora de determinar si será en las próximas horas o habrá que esperar hasta este miércoles.
Por otro lado, ha revelado que ha telefoneado al alcalde de Sant Joan de Labritja, Antoni Marí Marí, 'Carraca', para informarle de los avances de los equipos de extinción, después de que esta mañana haya lamentado que no le "pasan la misma información que a los políticos de Mallorca", en referencia al presidente del Govern y al conseller balear de Medio Ambiente, Gabriel Vicens, sobre la evolución del incendio declarado en su municipio.
Asimismo, Antich ha indicado que se continúa investigando la causa del incendio, que, según ha revelado Vicens, fue originado por una negligencia en una de las cuevas de Benirràs, cercana a la zona en la que se encontraban los coches estacionados y, por tanto, no fue la explosión de uno de estos vehículos lo que causó las llamas, tal como se pensó en un principio.
Por su parte, el gerente del Instituto Balear de la Naturaleza, Guillem Rosselló, ha desvelado que, como consecuencia del incendio, habrá que esperar 15 años para que los pinos que se planten están a dos metros de altura. Así, subrayó que, una vez finalicen las tareas de extinción, lo más importante será retirar toda la superficie quemada para que pueda volver a reforestarse esta zona natural de Eivissa, protegida por el Govern.
En las labores de extinción, están actuando 18 unidades aéreas entre aviones y helicópteros. Se trata de cinco canadair -uno de la base del Puerto de Pollença y cuatro llegados de Torrejón-, un avión de coordinación, otro avión, un helicóptero de la Unidad Militar de Emergencias, dos más procedentes de Cuenca de la Brigada de Incendios Forestales (BRIF) del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, además de cuatro helicópteros del Govern, tres aviones y otro de vigilancia y coordinación.
Asimismo, están participando en las labores de extinción siete brigadas de la Conselleria de Medio Ambiente y Movilidad, tres vehículos con agua, la Unidad Militar de Emergencias (UME) que aporta 102 personas (una treintena de las cuales están en la línea de fuego) y ocho vehículos con agua. Además, están colaborando 18 personas de la BRIF del Ministerio y técnicos y agentes de Medio Ambiente. Entre los medios terrestres también se cuenta con siete camiones privados con agua y dos palas excavadoras.
En total, están actuando en la zona unas 300 personas -150 de las cuales trabajan en primera línea del incendio- pertenecientes a los Bomberos del Consell Insular de Ibiza, Emergencias, Protección Civil, la Guardia Civil, la Conselleria, y la UME, entre otros organismos.