La Unidad de Trastornos Alimentarios (UTCA) del Hospital de Son Espases cifra en más de 2.700 personas las personas que en la actualidad padecen anorexia y bulimia en Balears, número que se elevaría a unas 6.600 debido a la presencia de afectados que presentan algunos o la mayoría de los síntomas relacionados con estos transtornos, según ha explicado la responsable de la Unidad, María Carrasco.
Se trata de dos enfermedades que afectan, en el caso de la anorexia, a entre el 0,5 y el 1 por ciento de las mujeres con edades comprendidas entre los 12 y los 24 años, y en el de la bulimia, del 1 al 1,5 por ciento de este mismo colectivo, mientras que el resto de afectados por síntomas de estas afecciones ascenderían a un 2,7 por ciento. En cualquier caso, la especialista ha apuntado que este año la prevalencia de pacientes atendidos se mantiene en niveles similares a los de 2010, cuando se registraron en total unas 160 consultas. Mientras tanto, desde que fue creada la Unidad, en 2002, han sido atendidos unos 2.200 afectados.
Pocos casos de vigorexia
En relación a otros transtornos, como la vigorexia, relativa a personas que rinden un excesivo culto al cuerpo, Carrera ha aseverado que no se han registrado apenas casos ya que es en Estados Unidos donde más abundan, lo mismo que sucede con la ortorexia, trastorno derivado de la obsesión por comer todo sano.
En concreto, las pacientes que sufren trastornos alimentarios por anorexia, alteración grave del comportamiento alimentario que se caracteriza por el rechazo a la ingesta de alimentos, suelen tener horarios irregulares a la hora de comida, evitan las comidas familiares, y comienzan a sufrir síntomas de hiperactividad, pérdida de la menstruación, aislamiento social y excesiva preocupación por los estudios, entre otros. Mientras, para detectar los casos de bulimia, desorden alimentario causado por la ansiedad y por una preocupación excesiva por el peso corporal y el aspecto físico, es preciso comprobar el estado de las neveras donde viven, que generalmente están vacías. Asimismo, presentan dolores de barriga, cuello y estómago. La bulimia es un trastorno alimentario que puede pasar más desapercibido.
Para atender todos estos casos, al frente de la Unidad se encuentra, además de Carrasco, un equipo formado por dos psicólogas, dos psiquiatras, tres enfermeras y diez auxiliares de enfermería, un endocrinólogo, un auxiliar administrativo y un trabajador social.