El buzón del teléfono móvil de Simón Gornés Hachero no admitía ya a primera hora de la tarde el almacenamiento de más mensajes. Era el hombre del día en la Isla, en lo que a actualidad política se refiere.
Poco antes de las cinco entraba en una reunión en Palma con los que van a ser sus nuevos compañeros de trabajo, un encuentro que abandonó unas dos horas y media más tarde, con el tiempo justo para coger un avión de regreso a la Isla.
De camino a la puerta de embarque, Gornés expone sus sensaciones e intenciones inmediatas.
¿Contento?
Sí, mucho.
¿Sorprendido?
Sí, también. Con un sentimiento de mucha responsabilidad, con la intención de hacerlo lo mejor posible.
¿Qué supone el hecho de ser la cuota menorquina en el nuevo Govern?
Es importante que en un equipo de gobierno tan reducido haya un menorquín, dice mucho del presidente José Ramón Bauzá y su consideración hacia las islas menores.
¿Qué contenido tiene el área de Administraciones Públicas?
Lleva el funcionamiento interno del Govern, el personal de las consellerías. También el patrimonio de la comunidad autónoma. Además asumiré lo relativo a las emergencias y la coordinación de las policías, lo que era propio de interior. Y la formación de los funcionarios.
¿Lidiará con los sindicatos?
Le corresponde más a Trabajo, aunque sí en el tema de las condiciones de los funcionarios.
¿Le apena dejar el Ayuntamiento de Maó?
Es que no lo pienso dejar. No renunciaré al acta de concejal.
Pero deberá renunciar, es de suponer, a alguna de las áreas asignadas (educación, cultura y puertos así como la condición de primer teniente de alcalde).
Supongo que habrá una reestructuración de áreas, es algo que tendré que hablar con el resto del equipo.
Y eso.
Creo que me debo al pueblo de Maó, que me eligió para ser concejal.
En la designación de los directores generales de su área, ¿mirará hacia Menorca o es cosa de Bauzá?
José Ramón Bauzá me ha hecho unas sugerencias que tengo que estudiar. Pero aquí no se trata de cupos, sino de elegir a buenos profesionales.