El Centre de Recerca Econòmica (CRE) ha augurado que la economía balear verá ralentizado su crecimiento en los próximos meses, situándolo entre el 0,4 y el 0,5 por ciento, al aseverar que la recuperación económica está siendo "muy débil", por lo que ha hecho hincapié en que "difícilmente" las islas saldrán de esta situación si no se corrige el déficit público y se transforma el actual sistema productivo.
Así lo ha puesto de manifiesto el director de la entidad, Antoni Riera, durante el acto de presentación de su informe 'Coyuntura. Octubre de 2011', en el que, tras señalar que el Producto Interior Bruto (PIB) está avanzando a un ritmo del 0,6 por ciento, ha aseverado que deben realizarse "esfuerzos" en este sentido a fin de que la actual crisis "no se alargue en el tiempo ni afecte a la competitividad ni a la cohesión social".
En su intervención ante los medios, Riera ha señalado que Baleares ha ampliado la distancia que le separa del objetivo del déficit del 1,3 por ciento, lo que "obliga al Govern a destinar más recursos para satisfacer los intereses de la deuda", según ha manifestado el director del CRE, quien ha vaticinado que en este contexto las obligaciones financieras "acabarán pòr asfixiar, si no lo han hecho ya, otras partidas presupuestarias, incluidas las referidas a educación y sanidad".
Es por ello que desde la entidad abogan por "recuperar el equilibrio perdido y corregir de manera prioritaria el déficit público", ya que éste "no es sostenible a largo plazo". "El problema es que Baleares se encuentra en el peor momento para afrontar esta realidad, ya que la economía continúa aún débil y el intento de reducir el déficit a través del aumento de impuestos o del gasto frena el crecimiento", ha abundado Riera.
En este contexto, ha recalcado la necesidad de idear una estrategia paralela capaz de contrarrestar los efectos negativos de una disminución del déficit y establecer un pacto político, económico y social como "única forma de avanzar en este sentido". "Será un proceso doloroso pero necesario para salir de esta situación y en beneficio del bienestar de las generaciones futuras", ha incidido en esta misma línea.
Tal y como ha apuntado, en el tercer trimestre de este año se han observado señales de "agotamiento" en la aceleración del trimestre anterior, lo que sugiere, ha apuntado, que los rédictos de la campaña turística no serán suficientes para impulsar la inversión privada y, por consiguiente, el crecimiento y la ocupación. De hecho, ha indicado que Baleares no ha aprovechado la llegada "masiva" de turistas durante una temporada alta "de máximos" como tampoco los recursos de los que dispone.
Mayor afluencia de turistas extranjeros
Según el informe, la mayor afluencia de turistas internacionales (+0,8 por ciento) se ha erigido en el principal estímulo del consumo. Mientras tanto, el balance del tercer trimestre ha acentuado el perfil descendente de la industria (-0,9 por ciento) y sobre todo de la construcción (-2,7 por ciento) mientras que, por otro lado, los precios finales se han encarecido a lo largo del verano sujetos a las presiones alcistas de la energía y el tabaco.
Asimismo, el informe hace referencia a la tasa de paro registrado en el archipiélago, que ha disminuido progresivamente hasta el mes de julio (13,2 por ciento), momento a partir del cual ha vuelto a ascender hasta situarse en el 13,8 por ciento de media. Mientras tanto, otro de los datos ofrecidos por el CRE revela que en el segundo trimestre el volumen de crédito ha intensificado la tendencia a la baja (-2,2 por ciento) a tenor de la contratación en el sector privado (-3,5 por ciento).
En cuanto al endeudamiento público, la progresión al alza ha disparado nuevamente la ratio deuda / ahorro en un contexto en el que los depósitos (-0,9 por ciento) han cultivado el terreno negativo por primera vez. Así, la deuda de Baleares ha marcado un máximo histórico al cierre del segundo trimestre tras alcanzar los 4.561 millones de euros, lo que, a juicio de Riera, "reduce el margen de maniobra de las políticas públicas".