El conocido periodista Antonio Alemany, uno de los seis acusados en el primer juicio que se celebra desde este lunes dentro del caso Palma Arena por su contratación presuntamente irregular a través de la agencia Nimbus para encubrir los fondos públicos que percibía por elaborar los discursos del expresidente Jaume Matas, ha defendido que "lo más lógico del mundo fue que Nimbus me contratase a mí". "No pretenderá usted que sea el señor Grosske quien hiciera sus discursos", ha espetado el articulista en referencia al exlíder de Esquerra Unida en Baleares, Eberhard Grosske, a preguntas del fiscal Juan Carrau.
Así lo ha puesto de manifiesto durante su intervención en la vista oral, en la que se ha acogido a su derecho de no declarar a las preguntas de la Abogacía de la Comunidad Autónoma "por indignación y queja de que se haya personado en esta causa", y donde ha apuntado que era Matas "quien fijaba los discursos, cuyo contenido lo discutíamos cuando nos reuníamos".
El acusado, para quien la Fiscalía pide por estos hechos cinco años y medio de cárcel, ha comenzado su intervención relatando que cuando Matas era ministro de Medio Ambiente elaboró para él tres discursos, uno de ellos sobre el Plan Hidrológico Nacional, que facturó al Ministerio.
En su declaración ha recordado que conoció a Matas durante una comida en una finca en las postrimerías de su primer mandato, en la que "coincidimos y punto". El acusado ha definido que a partir de esa época su relación con el expresidente era profesional y "de confianza, pero no de amistad".
Tal y como ha apuntado, en 2003 se ofreció para hacerle gratis el discurso de investidura, ofrecimiento que Matas aceptó y tras el cual sucedieron el de los primeros cien días y el de la toma de posesión en el Consolat, que se facturaron de forma independiente y separada. "Matas me encargó los discursos pero no hablamos de cómo serían retribuidos, sólo de los baremos que marcó la señora Umbert", ha apostillado Alemany, quien ha aseverado que "no necesito saber como se hace una factura".