El expresidente del Govern Jaume Matas presentará hoy en la Audiencia de Palma, a través del procurador de su abogada Pilar Gómez Pavón, un escrito para anunciar la interposición de un indulto que, inicialmente, debe paralizar la orden de su ingreso en prisión para cumplir una pena de 9 meses de cárcel acordada ayer por la Audiencia de Palma.
Matas sigue la misma estrategia del periodista Antonio Alemany, condenado a 2 años y 3 meses de cárcel en la misma pieza separada del 'caso Palma Arena', y recurre al indulto tras la decisión del tribunal de desestimar su recurso de súplica. Alemany paralizó su ingreso en el recinto penitenciario. La medida de gracia del indulto se tramita a través del Ministerio de Justicia y debe resolverla el Consejo de Ministros presidido por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Según explicó la letrada de Matas a este diario, la petición del indulto no implica que su cliente admita el delito de tráfico de influencias por el que fue condenado a 9 meses de cárcel por el Tribunal Supremo. «Solo implica agotar todas las vías posibles», señaló.
En el auto de 29 folios, la Sección Primera de la Audiencia de Palma integrada por las magistradas Francisca Ramis, Rocío Martín y Gemma Robles, se alude a la «proyección delictiva» de Matas, «entrando de lleno en la peligrosidad» tras su condena por tráfico de influencias, el veredicto de culpabilidad por un delito de cohecho por parte de un jurado popular y «los procesos pendientes derivados del Palma Arena, como los casos «Nóos', 'Over' 'Ópera', entre otros».
El tribunal, que rehazó de plano los argumentos expuestos por la defensa de Matas en el recurso de súplica, recuerda que la suspensión de la ejecución de la pena «no es un derecho del penado en sentido propio, sino que se trata de facultades discrecionales que el ordenamiento reconoce al juez o tribunal sentenciador».
Caso grave
Añade que en este caso «al tratarse de un delito cometido por la más alta autoridad del Ejecutivo balear en la fecha de los hechos, en el ejercicio de sus funciones como tal, representa un caso de gravedad palmaria en el ámbito de la función pública que pervierte todos los valores constitucionales y legales del ejercicio de la actividad que desempeñaba».
Y subraya: «En lugar de servir a los ciudadanos y a los intereses generales, la instrumentalizó y utilizó para la comisión del delito, con grave menoscabo del interés público y colectivo».
Las magistradas, al insistir en rechazar la suspensión de la pena, también deniegan la posibilidad de sustituirla por multa, al no constar que Matas «haya realizado acto alguno ni ha mostrado interés en reparar o rehabilitar» el daño causado.
Subrayan que la gravedad del hecho «no queda penalmente satisfecha con el abono de una ridícula y exigua multa» propuesta por el expresidente «ni tampoco imponiendo una mayor a discreción del tribunal».
La letrada de Matas dijo que esperaba que en este caso «se haga exactamente lo mismo que con el señor Alemany», es decir, que la petición indulto paralice el ingreso en prisión de su cliente.
« Si no ocurre eso sería un poco extraño y me dejaría sorprendida y eso que tengo bastante experiencia», señaló la abogada, que ya logró que el Supremo rebajara
la condena a Matas de 6 años a 9 meses de cárcel.
Añadió que tiene previsto acudir a la vía judicial para solicitar la nulidad de las actuaciones y, en su caso, presentar un recurso de amparo, más o menos por los mismos motivos que alegó en el recurso de súplica. Recordó que tiene en marcha un recurso de amparo contra la sentencia del Tribunal Supremo, y anunció que presentará otro frente «a esta resolución de la Audiencia de Palma».
«No tiene sentido de que (la Audiencia) no halla sustituido la pena por multa», resumió la letrada.