La magistrada que presidió el pasado lunes el tribunal del jurado contra el acusado de matar a puñaladas a un amigo en una casa de campo abandonada ubicada en el Camí Vell de Jesús, en Santa Eulària (Eivissa), en la madrugada del 1 de enero del pasado año, ha condenado al reo a siete años y medio de cárcel como autor de un delito de homicidio, después de que el inculpado admitiera los hechos y aceptara esta pena.
Se trata de una condena que contrasta con los diez años que inicialmente solicitaba la Fiscalía para Jan K. Respecto a la responsabilidad civil, la sentencia establece que el acusado deberá indemnizar a los padres de la víctima con 90.000 euros que se distribuirá por mitad entre ambos perjudicados.
El tribunal del jurado emitió el lunes un veredicto de culpabilidad para el reo después de que su defensa y la Fiscalía presentaran un escrito de conformidad en el que el acusado admitía su culpabilidad y la autoría de los hechos, si bien se le aplicaban las atenuantes de grave adicción a sustancias estupefacientes -puesto que en el momento de los hechos estaba afectado por el prolongado consumo de cocaína y heroína desde hacía siete años- y confesión.
Los hechos acaecieron cuando Jan K., de nacionalidad checa, se enojó tras presenciar cómo su amigo discutía con la novia de aquél y le propinaba un golpe en la cara, por lo que, con ánimo de acabar con su vida, le asestó varias puñaladas con una navaja tipo 'swat americano' de 3 centímetros de ancho y al menos 10 de largo.
Según la resolución judicial, una de las puñaladas, de 3 centímetros, la propinó en la región supracavicular derecha, desgarrando la vena cava superior y provocando con ello la muerte de la víctima, quien tenía 25 años. El acusado, que tenía sus facultades volitivas e intelectivas parcialmente afectadas por el consumo de drogas, se encuentra en prisión provisional desde el día de los hechos.