Dos policías que son testigos protegidos de la Fiscalía, y que se sienten amenazados por sus compañeros del GAP implicados en el escándalo, han solicitado poder llevar sus armas reglamentarias las 24 horas. Se trataría, según ellos, de una forma de asegurarse su autodefensa.
El escrito presentado por los dos agentes del cuartel de San Fernando, que son hermanos, va dirigido al comisario Joan Miquel Mut. Sin embargo, el máximo responsable de la Policía Local no ha querido tomar ninguna decisión al respecto y le ha consultado el caso al coronel de la Guardia Civil, Jaume Barceló, cuyo cuerpo tiene la potestad de la intervención de armas en Mallorca.
La cautela del comisario Mut se debe a que se trata de una solicitud del todo insólita y parece ser que el mando también ha consultado qué se puede hacer con la conselleria de Administraciones Públicas, que es la encargada de resolver los conflictos de funcionarios.
El coronel Barceló, por su parte, ha puesto los hechos en conocimiento de Madrid, y todo indica que será la Dirección General la que finalmente se pronuncie.
El origen del temor de los dos policías sería unas prácticas de tiro que se realizaron tiempo atrás en Puntiró, en la que participaban agentes del cuartel de San Fernando. Supuestamente, en esa jornada un mando del GAP, actualmente imputado por corrupción, disparó a unas dianas mientras pronunciaba los nombres de los dos agentes a modo de amenaza de muerte.
Después, los testigos protegidos de la Fiscalía Anticorrupción aportaron una serie de informaciones que llevaron, semanas atrás, a la detención de media docena de funcionarios del GAP. La tensión creció entre los dos grupos y la jueza Carmen González emitió una orden de alejamiento a favor de los policías denunciantes.